Escasa reacción en las bolsas ante el intento de absorción
El mercado apenas ha conseguido reaccionar ante el inesperado anuncio de la fusión de dos de los pesos pesados, el Banco de Bilbao y el Banco Español de Crédito. La lentitud en la reacción se ha debido al mal momento por el que están atravesando actualmente las bolsas, con los inversores muy preocupados ante la posibilidad de que se registre una nueva caída de las cotizaciones.La suspensión de la contratación de estos dos valores ha impedido de forma radical cualquier movimiento especulativo con sus títulos, algo que no sucede casi nunca con esta rapidez y, mucho menos, a petición del interesado. La reacción ha venido tan sólo de dos valores, Santander y Central, que han registrado un imprevisto aumento de las órdenes de compra y han conseguido cerrar la sesión con avances de 25 y 26 enteros, respectivamente. Los inversores no se han asombrado por estos avances en medio de una sesión sumamente negativa, pues el sector es el que, presumiblemente, está recibiendo los apoyos más amplios para impedir una baja fuerte de sus cotizaciones. En el caso de Banesto, la conversión de bonos en acciones obligó a recortar el precio inicial ante la situación adversa del mercado y nadie en el parqué duda que mantener el precio en torno al 900% era uno de los casos posibles de intervención, aunque no el único entre estas entidades.
A lo largo de este año se han negociado 13,3 millones de títulos del Banco de Bilbao, sobre un total emitido de 47,4 millones. El importe de estas operaciones ha sido de 104.961,1 millones de pesetas efectivas. Banesto, por su parte, ha registrado un movimiento de sus aciones de 26,1 millones, de los 72,1 millones en circulación, lo que ha supuesto un total de 91.002,7 millones de pesetas efectivas. En medio de todos estos movimientos se han dado tomas de posiciones en el capital de ambas entidades, algunas con nombres y apellidos y otras diluidas en instituciones extranjeras, y ello ha sido posible gracias al movimiento que ha tenido la bolsa durante todo este año.
La fusión de entidades bancarias no es un tema nuevo para los inversores que, ya a principios de este ejercicio, apostaron por la absorción de las entidades medias y pequenas por las grandes, dentro de cada grupo. El único caso que se ha llevado a la práctica, aunque de una forma indirecta, ha sido el de la absorción por parte del Banco Popular de Popularinsa, sociedad de cartera participante mayoritaria en el capital de la mayor parte de los bancos del grupo. La caída de las cotizaciones al final del primer trimestre dejó estos planteamientos en un segundo plano que ahora vuelve a cobrar actualidad. Ayer faltó capacidad de reacción en los inversores, pero es muy posible que el sector bancario comience a registrar movimientos bruscos a corto y medio plazo, como consecuencia de algunas tomas de posiciones.
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