Los generales argentinos negocian la reestructuración del Ejército
El acuerdo para un "cese de hostilidades" alcanzado en la disputa de poder que el Gobierno argentino sostiene con el Ejército de Tierra parece extenderse en el tiempo. Los generales con mando de tropa en todo el país permanecieron reunidos durante la mañana y la tarde de ayer. El alto mando discute la "reestructuración, reorganización y pases" en la fuerza. Los ascensos y nuevos destinos ya decididos se postergaron por 10 días.
Los generales se entrevistaron, tras la citada reunión, con el presidente, Raúl Alfonsín. El ministre, de Defensa, Horacio Jaunarena, estudia un aumento sustancial del presupuesto militar para mejorar los salarios y la provisión de equipos que reclaman las fuerzas armadas. Jaunarena se reunió con los senadores de su partido, a quienes les mostró un panfleto que circula en la Armada y donde aparecen fotocopias de los recibos de salario que cobran un operario de la empresa Líneas Marítimas del Estado y un capitán de navío. Uno de los senadores le advirtió al ministro que "los legisdores cobramos menos que ellos y no por eso conspiramos o atentamos contra el sistema democrático". El presupuesto militar, estimado actualmente en el 2% del Producto Interior Bruto y que iba a aumentarse al 2,5%, superará ahora ese porcentaje.Las tropas sublevadas, unos 700 oficiales y suboficiales que se pusieron a las órdenes del coronel Mohamed Alí Seineldín, ocupan de nuevo sus puestos sin que se haya decidido tomar ninguna medida disciplinaria contra ellos El informe del comandante en jefe del Ejército revela que se sublevaron cinco unidades y un escuadrón de tanques. Pero a eso regimientos deben sumarse otros 11 donde se produjeron "focos de: insubordinación" y aquello que se negaron a participar de la represión de los alzados, como la Brigada Aerotransportada de Córdoba, integrada por ocho regimientos.
El general Adolfo Etcheum, quien admitió ante la Prensa el mismo domingo la "coincidencia en los objetivos" con los sublevados, participó ayer en la reunión de altos mandos, junto a su superior, el comandante del Tercer Cuerpo asentado en Córdoba, general Roberto Domínguez. La terna de candidatos para suceder al general Caridi en la jefatura del Estado Mayor, está compuesta por los generales Humberto Ferruci, comandante del Quinto Cuerpo, el general Valentín Venier, del Cuarto Cuerpo y el propio general Domínguez.
El juez federal Alberto Piotti, quien intervino de oficio para Investigar la muerte de dos civiles y un agente de policía durante la represión a los manifestantes durante el pasado domingo, además de otros delitos, fue avisado "tardíamente" -según aclaró- de que la justicia militar se ocupará del caso y a su cargo sólo quedan ahora los comandos de la Prefectura Naval. Seineldín continúa alojado en la sede del regimiento de Patricios, ex comandante en jefe del primer cuerpo, ubicado en el barrio de Palermo, a disposición del coronel retirado Jorge Covacivich, juez de instrucción militar.
El general Isidro Bonifacio Cáceres, testigo del pacto firmado entre Caridi y Seineldín el pasado domingo -cuando ambos se pusieron de acuerdo y decidieron evitar la batalla- mantiene un permanente contacto con el coronel
Objetivo postergado
Los oficiales sublevados aseguran que el "objetivo máximo" -la ley de amnistía- ha quedado postergado ante la inflexible decisión del Gobierno y de todas las fuerzas políticas que se han comprometido a no promover ningún proyecto, ni enmienda a leyes en vigencia, que pueda aplicarse en la práctica como una amnistía. A cambio aguardan el reemplazo de Caridi por un general que conduzca al Ejército hasta las elecciones generales previstas para el próximo 14 de mayo y consiga el aumento del presupuesto militar, la suspensión de lo que llaman "campaña de desprestigio realizada a través de los medios de comunicación en manos del Estado" y la "reivindicación de las fuerzas armadas".
Los partidos han retomado lentamente el violento tono de la campaña electoral. Toda la oposición reclama al Gobierno que informe a la opinión pública sobre lo que ocurre. El ministro de Defensa aceptó presentarse en el Parlamento, pero los senadores radicales bloquearon la petición de interpelación.
Asesinato en Villa Martelli
El secretario general del partido comunista argentino, Patricio Echegaray, entregó ayer al juez federal Alberto Piotti una cinta de vídeo, grabada por militantes de su organización el pasado domingo, que muestra cómo fue asesinado un joven manifestante que se acercaba con los brazos abiertos a la puerta del batallón de Villa Martelli, donde estaban amotinadas las tropas del coronel Mohamed Alí Seineldín.En la secuencia se ve con claridad que el joven se aproxima a la ventana de una de las casetas de guardia y desde allí le disparan dos balazos. Cuando el herido intenta reincorporarse, otro balazo, disparado esta vez por la guardia de la columna izquierda en la imagen, le golpea nuevamente, y un cuarto disparo -desde la guardia más cercana a él- le tumba definitivamente.
El vídeo -que recoge la mayor parte de la represión iniciada contra los manifestantes por las tropas leales, rebeldes y la policía después de que el general José Elante Caridi y el coronel Seineldín habían pactado "el cese de hostilidades"- muestra también cómo las tropas sublevadas disparan a mansalva desde el regimiento. Los manifestantes huyen espantados y unos 100 policías deben arrojarse al suelo para no ser alcanzados por las balas. El ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, Luis Brunati, había confirmado el lunes que el agente Sergio Alderete murió a causa de un disparo en la cabeza y que la bala era de nueve milímetros, como las que se utilizan en los fusiles livianos del Ejército".
El ministro advirtió que quienes disparaban "tenían voluntad de asesinar porque tiraban a la cabeza de los manifestantes". Las imágenes revelan además la participación de agentes de paisano, policías sin sus placas reglamentarias y de comandos que se desplazaban en automóviles sin identificación. Los dos civiles muertos son Alejandro Nicoles, de 18 años, y Rogelio Rodríguez, de 48. Dos de los 40 heridos continuaban ayer en un estado considerado "delicado".
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