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'CUMBRE' EN PEKÍN

China y la URSS normalizan sus relaciones

ENVIADOS ESPECIALESChina y la URSS normalizaron ayer simbólicamente sus relaciones, tanto estatales como de partidos comunistas dirigentes, mediante el encuentro entre sus líderes, Deng Xiaoping y Mijail Gorbachov, en la Asamblea del Pueblo de Pekín, a pocos metros de la concentración multitudinaria de estudiantes en la plaza de Tiananmen. La víspera, Gorbachov mantuvo una conversación nocturna privada con un reducido grupo de periodistas y diplomáticos soviéticos, a quienes interrogó sobre los estudiantes y la situación en China, afirmaron a EL PAÍS fuentes informadas.

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Deng Xiaoping sólo oye bien por la izquierda

China y la URSS se enfrentan con problemas "análogos", dijo Gorbachov ayer al secretario general del Partido Comunista Chino, Zhao Ziyang, según la versión ofrecida por el portavoz soviético, Guenadi Guerasimov. Por problemas análogos se entiende una sociedad que quiere una "renovación" del socialismo y que la quiere "en una noche". "En una noche no se consigue tal cosa", dijo Gorbachov, que denominó "cabezas calientes" a quienes pretenden un cambio acelerado. Guerasimov precisó que Gorbachov no había querido "caracterizar" la situación en China, sino en la URSS, y señaló que las consignas de los estudiantes en ambos países son de "reforma y de partido".A lo largo del día, Gorbachov tuvo tres entrevistas sucesivas, con el líder Deng Xiaoping, con el primer ministro Li Peng y con el secretario general Zhao Ziyang. Deng Xiaoping se llevó el honor simbólico de superar un distanciamiento de 30 años, cuando Zhao Ziyang dijo que el encuentro de Gorbachov con el veterano líder suponía normalizar tanto las relaciones estatales como las de partido. Deng es el timonel, aunque no forme parte formalmente del Comité Central, ya que en 1978 un pleno del mismo adoptó una decisión no publicada que confirma su liderazgo, dijo Zhao a Gorbachov.

Un solo modelo de socialismo

"Todos sabemos que no podemos prescindir de su dirección, inteligencia y experiencia", prosiguió Zhao Ziyang, apoyando la figura de Deng, cuya dimisión es una de las peticiones que suenan en la plaza de Tiananmen.

La renovación del socialismo, las concepciones filosóficas del marxismo-leninismo y el intercambio de experiencias, fueron temas de una intensa jornada, donde la palabra "adaptación" se repitió en varias ocasiones. La conversación con Deng Xiaoping fue "conceptual y filosófica", dijo el portavoz soviético, Guenadi Guerasimov. Ambos líderes hicieron hincapié en la inexistencia de un solo modelo de socialismo. "Sin desarrollar el marxismo-leninismo a la luz de nuevas ideas y puntos de vista, uno no puede ser denominado un verdadero marxista-leninista. Apegarse a viejas normas y reglas sólo puede llevar al fracaso", dijo Deng.

El líder chino dio gran importancia al discurso de Gorbachov en VIadivostok en 1986. "Pudimos ver todo el mundo, y yo personalmente, que su política tiene un nuevo contenido. Estoy seguro de que en esa época el término nuevo pensamiento político no existía todavía". Como no existía el "nuevo orden internacional", replicó Gorbachov refiriéndose a la divisa de la política exterior china. VIadivostok fue el estímulo para que Deng pidiera al presidente rumano, Nicolae Ceaucescu, que transmitiera su deseo de encontrar a Gorbachov.

El discurso de VIadivostok abría, según el dirigente chino, una posibilidad de avance en las relaciones soviético-norteamericanas, que en su opinión son el problema central" en el mundo.

Gorbachov y Zhao Ziyang llegaron a la conclusión, según dijo Guerasimov, de que el partido único no es incompatible con la democracia si se defiende la libertad de expresión, la existencia de un Estado de derecho y la observancia de la ley por el partido. Ambos observaron gran coincidencia en sus enfoques sobre los temas ideológicos y de partido.

El comunicado final, que debería firmarse hoy, seguía sin poder ser redactado definitivamente anoche debido a las diferencias sobre la regulación del proceso de paz en Camboya, alrededor del cual se había registrado un "acercamiento" de posiciones, según manifestó Guerasimov. Los ministros de Exteriores Shevardnadze y Qian Quichen se reunían esta mañana para seguir tratando la cuestión de Camboya. Subsistían otras diferencias y los problemas fronterizos van a ser discutidos a partir de ahora a nivel de ministros de Exteriores.

Los soviéticos propusieron a los chinos contactos militares regulares y anunciaron su deseo de sacar a todos sus soldados de Mongolia, según informó el primer ministro, Li Peng, a un grupo de periodistas soviéticos. Ambos países acordaron también crear un mecanismo de trabajo para reducir los contingentes militares en ambas partes de la frontera.

El programa de Gorbachov sufrió ayer dos alteraciones. Una de ellas, el cambio de emplazamiento de la entrevista con Li Peng desde el edificio de la Asamblea Popular donde estaba programada a una villa en el complejo residencial donde se alojan los Gorbachov, fue motivada aparentemente por la protesta estudiantil. La segunda alteración fue provocada por el mismo Gorbachov que, en un lugar no especificado, se bajó del coche y comenzó a estrechar la mano a los transeúntes, según manifestó Guerasimov.

Observadores políticos en Pekín llaman la atención sobre la presencia de Yan Mingfu, miembro del secretariado del Comité Central del Partido, entre los invitados al banquete oficial del mediodía. Este funcionario chino es uno de los que negocian con los estudiantes en huelga.

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