Arrolló José de la Tomasa
Sexta noche flamenca de Alcorcón
Cante: Rancapino, Pansequito, Fosforito, Carmen Linares, José de la Tomasa. Toque: Cepero, De Melchor, Paco Cortés, Manolo Domínguez. Baile: Javier Barón, con Paco Cruz, Moreno Veneno y Carbonell.
Alcorcón, Los Cantos, 8 de septiembre.
José de la Tomasa dio su lección. Cuando dejó el micrófono para cantar sin guitarra, culminaba una actuación breve, intensa y cuajada de las mejores virtudes flamencas. Hay que ser muy buen cantaor para poder interpretar en la misma línea de grandeza estilos de tan diversa temperatura emocional como granaínas y tonás, bulerías por soleá y fandangos, y finalmente bulerías. El De la Tomasa es ese cantaor.Antes había cantado Carmen Linares, quien, después de dejar su firma en tientos y cartageneras, se dedicó al ritmo para dar lugar al grupo de palmeros y percusión (espléndido Negri) que llevaba. Bien Rancapino y Pansequito. El primero destacó en el cante por soleá, que hizo con jondura; su voz oscura tiene un enorme atractivo para lo jondo, aunque no acertó en las siguiriyas. Pansequito va en una línea muy personal de tercios largos, y en ella es un maestro.
Fosforito sigue mal. Verle pelear con su propio cante, queriendo sin poder, crispado, no es grato para el espectador. De Melchor le arropa lo que puede, pero eso no resuelve el problema de fondo. Otro gran guitarrista, Cepero, reapareció con un triunfo clamoroso. Muy bien asimismo Cortés, y correcto Domínguez.
El baile estuvo magníficamente representado por ese monumento de la gracilidad que se llama Javier Barón, con excelente grupo atrás, en el que sobresalen Veneno y Carbonell.
Babelia
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