Pepsico rescinde su franquicia con Schweppes para traspasar el negocio al grupo Kas, filial del BBV
Pepsico Int. ha ejercitado el preaviso de rescisión establecido en sus contratos de franquicia con Schweppes para el embotellamiento y distribución en España. La medida supone el primer paso de la multinacional norteamericana para transferir su negocio al grupo Kas, filial del Banco Bilbao Vizcaya y en el que Pepsico ha adquirido un 30%. En un principio, las franquicias de Schweppes que pasarán a Kas son las de Andalucía y norte de España -Asturias y País Vasco-, que vencen el próximo 11 de julio. En una segunda fase, Pepsico hará la propio con la franquicia de Cataluña, contratada hasta finales de 1993. Más complicada se presenta la rescisión de los contratos en Galicia y Levante, con carácter indefinido.
El acuerdo entre Pepsi-Cola y el BBV supondrá para el grupo Kas un negocio de 40 millones de litros anuales a partir de julio, de acuerdo con el volumen de ventas que la multinacional norteamericana tiene en las zonas de Andalucía, Asturias y País Vasco, gestionadas tradicionalmente por Schweppes. El traspaso de estas franquicias supone el principio del fin en la alianza que la multinacional americana Pepsico y el grupo británico Cadbury-Schweppes han mantenido históricamente en España. El segundo y definitivo paso de la ruptura se efectuará el 1 de enero de 1994, fecha en la que vence la franquicia de Cataluña, donde las ventas de Pepsi-Cola se elevan actualmente a 28 millones de litros anuales.Kas comenzó las actividades con Pepsico hace ahora tres años, cuando el grupo español asumió las franquicias de la multinacional en Baleares y zona centro. En adelante, el objetivo de Pepsico es concentrar todo su negocio en una misma empresa embotelladora, asegurando a la vez una posición accionarial en el capital de su socio español. A tal efecto, la empresa norteamericana llegó el pasado mes de julio a un acuerdo con el BBV para la compra del 30% de la Knör Elorza, empresa creada al efecto y que agrupa una buena parte de las sociedades pertenecientes al grupo Kas, como son Comercial Distribuidora Alavesa, Mediterránea de Bebidas Carbónicas, Embotelladora de Echávarri Vifia, Mallorquina de Bebidas Carbónicas, Andaluza de Bebidas Carbónicas, SA de Bebidas Carbónicas, Distribuidores Begoña, Bebidas de Castilla y Montcada de Inversiones. Pepsico Int. controla el 30% de Knör Elorza, mientras que el BBV mantiene el 51%. del capital, quedando el resto en manos de diversas ramas de la familia Knör.
Al margen de las franquicias contratadas con Schweppes, la multinacional norteamericana cuenta en España con otros dos socios, de carácter familiar, que se encargan de sus actividades en las zonas de Galicia y Levante, respectivamente. En Galicia, Pepsi-Cola funciona a través de Embotelladora. Celta, empresa perteneciente a la familia Garalla, en tanto que en Levante lo hace a través de Embotelladora Valenciana, controlada patrimonialmente por la familia Flames. En uno y otro caso -a diferencia de los contratos firmados con Shweppes-, estas franquicias tienen carácter indefinido, por lo que Pepsico tendrá que negociar un acuerdo de rescisión que, de antemano, se antoja bastante complicado, ya que las dos empresas embotelladoras han mostrado su reticencia a perder de forma gratuita el negocio que representa su colaboración con la multinacional norteamericana.
Las ventas totales de PepsiCola en España ascienden actualmente a 130 millones de litros al año. El acuerdo con el BBV supone para Kas doblar su negocio, que ahora es de 140 millones de litros, lo que implicará un importante esfuerzo de adaptación en sus plantas embotelladoras.
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