Ofertas pintorescas

Los abogados convocados a las urnas para el 30 de noviembre en el colegio de Madrid reciben, junto a los programas de las candidaturas encabezadas por Antonio Pedrol y Manuel Jiménez de Parga, el mensaje de otros candidatos a decano que muchos califican de pintorescos. José Antonio Escribano denuncia a los candidatos que se presentan como válidos para el futuro y que han sido hasta ahora validos, y José Fernández Cabado propone que los letrados elijan al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Otro candidato a decano, Rogelio Linares Quijano, explica su candidatura individual porque no pudo integrarse en una colectiva, y José Emilio Rodríguez Menéndez acusa a otros de intrusismo.Escribano, comisionado del Grupo Matritense de Abogados Españoles, utiliza un lenguaje barroco para criticar la campaña electoral y señala que, "frente a lo que pudiera parecer de las noticias en general y a las que más espacio dedican los medios informativos, en modo alguno la gran cuestión consiste en encontrar", explica, "a manera socratiana, candil en mano, padrino y hombre-nombre, en que se azacaran unos y para lo que, con ardor, se ofrecen otros".

Recobrar el cuerpo

El candidato, tras declarar que "lo importante son las ideas y el programa", revela que "las cuestiones primordiales a afrontar de inmediato y con urgencia son las de recuperar la identidad y consustancial independencia de la auténtica abogacía, alcanzar los abogados la plenitud de personalidad, recobrar el cuerpo colegial de abogados la soberanía efectiva del colegio de Madrid (...) y, como tarea destacadamente permanente, vivificar el organismo colegial, siempre bajo los principios de consideración y de respeto a la personalidad de cada uno". Fernández Cabado -abogado y auditor, censor jurado de cuentas- invoca "la ley de prensa y la libertad de expresión" para pedir que se publique "algo" del documento que remite a los abogados.Su programa de "política colegial" incluye la continuidad en "la defensa de la profesión de abogado (...), como han hecho todos y cada uno de los excelentísimos señores decanos, desde la fundación del colegio, en 1595, con el nombre de Congregación de Nuestra Señora de la Asunción y San Ivo".

Más entrado en cuestiones del siglo actual, Fernández Cabado propone "crear un turno profesional al que pudieran acudir las personas que necesitan abogado, previo pago de unos honorarios", y considera oportuno "alcanzar que los profesionales del derecho, magistrados, jueces, abogados y procuradores elijan por votación directa y secreta, por medio de listas abiertas, a los miembros del Consejo General del Poder Judicial [CGPJ] y que este poder constitucional, tenga iniciativa legislativa".

Este candidato, que no dice nada sobre las reformas de la Constitución necesarias para llevar a la práctica estas propuestas, añade que en el caso de que las proposiciones de ley del CGPJ no alcanzaran la aprobación de las Cortes Generales, deberían "ser sometidas a referéndum del pueblo soberano si obtienen la quinta parte de los votos del poder legislativo".

Ayuda a los jóvenes

Fernández Cabado basa estas novedades en que "es necesaria la evolución política desde Montesquieu, siglo XVIII, con arreglo a las circunstancias de presente en que vivimos en el siglo XX".Linares, que espera "obtener un buen resultado", reconoce que su intención no era presentar una candidatura individual para decano, sino formar parte de alguna colectiva, pero que "las existentes estaban ya cerradas". Se manifiesta identificado con los problemas de los abogados jóvenes y promete dedicarse a los que trabajan diariamente en los juzgados, "a los que nadie ayuda en su trabajo".