Redondo cree que será más difícil alcanzar acuerdos con la CEOE que con el Gobierno

El secretario general de la Unión General de Trabajadores (UGT), Nicolás Redondo, declaró ayer que la negociación con los empresarios tendrá más problemas para plasmarse en acuerdos que las sostenidas con el Gobierno. Redondo estima que, no obstante, existirán muchas dificultades con el Ejecutivo para alcanzar acuerdos. Asimismo subrayó que pedirá un aumento real en los salarios.

El dirigente sindical, en declaraciones a la agencia Efe, dice "si se me apura diré que será más difícil firmar acuerdos con la CEOE que con el Gobierno, sobre todo en los temas de política de empleo y de contratación". Las declaraciones de Redondo fueron hechas en un tono concialiador recordando "todos hemos aprendido de los fracasos anteriores y subrayó que la consecución de un acuerdo social sólo será posible con "la voluntad política del Gobierno".En ese sentido, mantiene que "las diferencias en las orientaciones económicas no deben impedir un acuerdo y me es indiferente la persona que presida la delegación que envíe el Gobierno a negcoiar". En estas palabras aparece aclara la alusión al ministro de Economía, Carlos Solchaga, del que manifiesta que ha cometido un, grave error al intentar dividir a los sindicatos al afirmar que "uno es más, sensible que otro a los acuerdos".

Sobre el salario social introducido por los sindicatos en la Propuesta Sindical Prioritaria (PSP), subraya que "aunque el Gobierno central se niegue a negociarlo en las mesas de concertación, va ir cayendo como fichas de dominó en las comunidades autónoinas". El representante máximo de UGT afirma, asimismo, que pedirá un aumento real de salarios, "pues no vamos a admitir sólo el mantenimiento del poder adquisitivo ni incrementos ligados a la productividad".

Reconoce, por otra parte, que el gobierno, que preside Felipe González puede proponer la ley de huelga "porque no podemos impedir que introduzca sus propios temas. Sin embargo, puntualiza que dicha ley tiene connotaciones enormemente negativas y la PSP incluye la regulación de los servicios mínimos y el arbitraje.

Relaciones con CC OO

Redondo resta rigor a las opiniones que apuntan a una crisis de los sindicatos "cuando en realidad ha afectado a los partidos políticos, que han sufrido disensiones, separaciones, transfuguismos y hasta desapariciones".Respecto a las relaciones con Comisiones Obreras (CC OO), el líder de UGT señala que la unidad orgánica "no es previsible a corto o medio plazo ya que hemos empezado a caminar en la unidad de acción, pero tenemos nuestros viejos problemas familiares como las heridas que dejó el proceso de reconversión". Abundando en esta cuestión, comenta que las cuestiones ideológicas no deben ser una traba para la unidad de acción. "Las rivalidades entre comunistas y socialistas, vistos los acontecimientos del Este, empiezan a carecer de sentido".

Esta buena relación con CC OO ha quedado reflejada, según Redondo, en la actitud de apoyo de UGT a su entrada en la Confederación Europea de Sindicatos (CES), a la que tradicionalmente se ha opuesto.