'Azor', valor histórico para la nostalgia
El buque ha dejado de prestar servicio en la Armada en espera de su subasta pública
En el más estricto protocolo castrense, el Azor realizó ayer su última singladura en aguas próximas a El Ferrol, para quedar desmantelado e inmovilizado definitivamente en el muelle del arsenal militar ferrolano. Una vez que ha dejado de prestar servicio a la Armada, el buque, que fue construido durante y para la dictadura, queda pendiente de subasta pública y de recibir la comunicación oficial de su baja definitiva el próximo 1 de marzo, aunque ya su valor histórico empieza a ser cuestionado.
El que fuera durante más de 20 años yate de descanso y recreo del general Franco apenas conserva detalles que recuerden aquella época. Los objetos considerados como personales pasaron tras su muerte a formar parte del patrimonio familiar, y su interior fue posteriormente acondicionado para a los futuros inquilinos, los Reyes de España, que apenas lo han utilizado. En el plano técnico tan sólo sufrió una importante modificación en 1960 para aumentar su eslora y la potencia de sus motores.Cuando uno se asoma al interior del Azor se sorprende al no encontrar las referencias históricas y los detalles de lujo que en teoría deberían caracterizar a un barco que ha acogido a tan célebres y poderosos moradores. De sus años al servicio del general, el buque tan sólo conserva en su decoración la madera pulida a mano del interior, donde están ubicadas las salas principales, los dos camarotes del matrimonio Franco y varios camarotes de invitados. Además permanece intacta la mesa del comedor, que aseguran que ha sido testigo de algún que otro consejo de ministros. En la parte exterior del buque todavía permanece la caña o timón auxiliar al lado del cual se colocaba el sillón del jefe de Estado en sus jornadas de pesca.
Se cuenta que el general Franco nunca disparó personalmente el cañón lanza arpones existente en la actualidad cuando utilizaba el buque para una de sus aficiones favoritas: la pesca de altura y, en concreto, la del atún, pez espada y cachalote. Precisamente en las jornadas dedicadas a la captura del cachalote el Azor era acompañado por el pesquero V4 Alcatraz, encargado de hacer el rastreo en la zona y asegurar la pesca. También solían acompañar al buque en las jornadas de pesca dos cañoneras o pequeños destructores que responden a los ncmbres de Hernán Cortés y Vicente Yáñez Pinzón.
Construido en la factoría ferrolana de la Empresa Nacional Bazán, botado y entregado a la Armada en 1949, el Azor fue diseñado como buque de representación y descanso del jefe de Estado, y también participó como buque insignia en numerosos actos oficiales, el último en junio de 1985 en La Coruña, en el desfile naval organizado con motivo del Día de las Fuerzas Armadas. Tras la polémica surgida cuando el presideente del Gobierno utilizó el buque entre los días 25 al 28 de julio de 1985, el Azor cambió en los últimos años las tareas oficiales y de recreo por las de vigilancia, salvamento y apoyo a la unidad de buceo de la zona marítima del Cantábrico.
Discutido valor histórico
Su discutido valor histórico y su progresivo desmantelarniento hacen pensar que tan sólo algún nostálgico del antiguo régimen o un inquieto coleccionista puedan en un futuro pugnar fuerte por la adjudicación del Azor. El último de los 17 comandantes que han estado a su mando, el capitán de corbeta Francisco Reina, es una de las personas que mantienen que el buque será adquirido en la subasta pública por una iniportante cantidad de dinero dado su valor histórico. Sin embargo, otros muchos sostienen que el futuro de este buque quedará en manos de una importante empresa de desguaces que a buen seguro buscará el destino adecuado a todas sus piezas. Un pulso que parece indicar que las pequeñas páginas de la historia del Azor se escribirán en el interior de grandes tomos cuyo argumento será sus célebres moradores.
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