Industria confirma a Inisel como base del sector de electrónica de defensa

J. A NAVAS / S. ARANCIBIA, El Ministerio de Industria considera que después de la ruptura de negociaciones con la empresa privada Ceselsa, la compañía pública Inisel se ha convertido en la pieza básica dentro del sector de electrónica de defensa, según ha reconocido el director general de Electrónica e Informática, José Luis Bozal. El representante de Industria añadió que la Administración no descarta la configuración de un nuevo grupo dentro de este segmento de negocio a partir de Inisel, por lo que facilitará alianzas alternativas entre la empresa del INI y otras compañías del sector, nacionales o extranjeras.

Tras el fracaso de las negociaciones de fusión entre Ceselsa e Inisel, el Ministerio de Industria mantiene su objetivo de constituir una nueva unidad de producción en el sector de electrónica de defensa, cuya dimensión inicial podría cuantificarse en torno a una facturación de 25.000 millones de pesetas. Inisel aporta actualmente una cifra de negocio de 15.000 millones de pesetas, en tanto que Ceselsa tiene un volumen anual de 12.000 millones.Según Bozal, la estrategia de la Administración pasa ahora por sustituir a Ceselsa por otras compañías. Aunque el director general de Electrónica e Informática no ha querido precisar ningún nombre, la realidad es que los agentes que operan en este segmento pueden contarse con los dedos de una mano y entre los mismos destacan las empresas Sainco, dependiente del grupo Abengoa, así como Sistemas e Instrumentación, filial de Control y Aplicaciones S A. Estas empresas facturan en torno a los 3.000 millones de pesetas cada una.

Otra opción que maneja en sus planes el Ministerio de Industria consiste en promover alianzas entre Inisel y empresas extranjeras que garanticen la competitividad de la compañía pública en distintos segmentos de producción dentro del sector de electrónica de defensa.

Cabecera de grupo

Frente a la especialización que trata de abordar Ceselsa y que ha servido como argumento a la hora de justificar la ruptura de negociaciones, Inisel parece dispuesta a situarse como cabecera del nuevo grupo de electrónica de defensa sin renunciar a ninguna alternativa potencial de negocio.

La actitud de Ceselsa, después de 16 meses de negociaciones, ha supuesto, en todo caso, un verdadero jarro de agua fría para las expectativas del Ministerio de Industria en su afán de promover entidades más grandes que puedan equipararse a medio plazo con los grandes competidores que operan en el mercado europeo.

La Administración había ofrecido a Ceselsa la presidencia ejecutiva de la nueva empresa conjunta con Inisel, que, a su vez, estaría representada en la dirección del la compañía fusionada a nivel de vicepresidente ejecutivo o consejero delegado.

Asimismo, la última oferta del Ministerio de Industria garantizaba la gestión de la futura sociedad en manos privadas como reflejo de la propia composición accionarla¡, que quedaba estructurada en un 40% para Ceselsa, 40% para Inisel y 20% restante en manos de un pool de instituciones financieras privadas.

Este planteamiento no convenció a Ceselsa, por considerar que no aseguraba el mantenimiento de la gestión en su zona, al tiempo que entendía que la estructura del capital no se mantendría durante mucho tiempo en detrimento de la empresa privada.