El sindicato trabajará para consolidar la unidad de acción
La UGT va a seguir trabajando en los próximos cuatro años para consolidar la unidad de acción con CC OO a nivel estatal y con ELA-STV en el País Vasco, pese a que Nicolás Redondo reconoció ayer ante los cuadros ugetistas que no se han superado del todo las diferencias ni cree que se puedan anular de un plumazo ya que, de hecho, se siguen registrando agresiones entre los militantes en algunas empresas y sectores.Su experiencia y la historia de los últimos años le demuestran que los periodos más difíciles de confrontación han estado unidos a la lucha por espacios políticos diferenciados y, en consecuencia, hay que seguir trabajando por la autonomía. Por eso no está de acuerdo con quienes piensan que la unidad de acción no superará la prueba de fuego de las elecciones sindicales que se deben celebrar en el otoño próximo.
Superar una etapa
En opinión del máximo dirigente ugetista se puede superar esa etapa sin arruinar lo conseguido en los tres últimos años, siempre que las dos centrales se marquen como objetivo común aumentar la representatividad del sindicalismo de clase y logren llegar a todas las empresas donde no hay delegados.
La petición hecha a los cuadros ugetistas consiste en que sean capaces de no exacerbar los ánimos como en los pasados comicios y que hagan todo lo posible por ganar las próximas elecciones, fundamentalmente porque "hay muchos interesados en que la UGT pierda".
Nicolás Redondo no eludió en su informe de gestión un problema al que se vienen enfrentando en las últimas semanas tanto UGT como CC 00, constituido por los conflictos provocados por los sindicatos corporativos, las plataformas de base Y
en las huelgas recientes de la EMT y el Metro madrileño.
Se trata de un fenómeno, a juicio del dirigente sindical, conocido antes en otros países europeos y que el movimiento obrero ha sancionado hace mucho tiempo porque las huelgas salvajes retrotraen a las etapas del caudillaje y suelen ser aprovechadas para atacar el legítimo derecho de huelga".
Para el dirigente ugetista, son responsables de esos conflictos incontrolados "quienes alimentan la debilidad sindical", a quienes advierte que deben saber que después no viene la paz sindical sino las huelgas salvajes. Redondo responsabiliza también de esos fenómenos a los propios cuadros de su organización y en la autocrítica realizada ayer dijo que la acción sindical de UGT "peca de excesiva centralización, de empacho de responsabilidad macroeconómica y de poca participación de los trabajadores".
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