Dirigentes del PSOE opinan que Borrell les señala cuando plantea acabar con las comisiones por obras
Dirigentes del PSOE expresaron ayer su perplejidad ante la noticia publicada por este periódico según la cual el ministro de Obras Públicas, José Borrell, había exhortado a presidentes de las grandes empresas constructoras a que no pagasen comisiones a ningún partido para obtener concesiones de obras. Desde la ejecutiva federal socialista no se hizo comentario alguno, aunque oficiosamente la reacción fue de contrariedad al considerar que parecía que había llegado "al Gobierno otro partido y que se rompía con lo anterior" porque "podía darse la impresión de que esas prácticas existían antes de que llegara Borrell".
Los dirigentes del PSOE han cerrado filas sobre este punto, negándose a aceptar las múltiples evidencias que han trascendido sobre la anómala financiación de los partidos, como el caso Naseiro, que relacionó a casi todas las grandes formaciones.Miembros del aparato del PSOE y diputados responsables de organizaciones provinciales tuvieron como primera reacción una mención de afecto y preocupación hacia el anterior ministro de Obras Públicas y Urbanismo, Javier Sáenz de Cosculluela, al entender que el aviso de Borrell podía implicar en sospechas de corruptelas, de manera implícita, al anterior ministro, quien ejerció el cargo durante seis años.
Medidas preventivas
El propio ex ministro, hoy presidente de la Comisión Constitucional del Congreso, restó, en comentarios informales, trascendencia al asunto al señalar que podía tratarse "de medidas preventivas lógicas al comienzo de un mandato", para extenderse después en los muchos controles de seguridad que presiden todo proceso de obtención ele concesiones a empresas constructoras, al objeto de que no pueda haber acusaciones de favoritismo.
Por su parte, dirigentes del PSOE, con el ánimo de no echar más leña al fuego del que ya hay en las relaciones entre partido y Gobierno, supeditaron cualquier declaración formal a que el ministro Borrell se pronunciase públicamente, pero no pudieron ocultar cierto malestar, En primer lugar, "porque podía darse la impresión de que José Borrell intentaba cortar unas prácticas que ya existían", como inmediatamente la oposición se apresuró a dar por sentado ayer, y después porque, en ese afán que los dirigentes socialistas descubren en el Gobierno de imprimir " un nuevo estilo", parece que ha llegado al Ejecutivo "otro partido" y que se intenta romper con lo anterior.
También de forma oficiosa en la ejecutiva socialista se adelantó que este partido "no se da por aludido, porque dichas prácticas suponen un delito y el PSOE tiene sus finanzas claras, como puede comprobar el Tribunal de Cuentas, al cumplir a rajatabla la Ley de Financiación de Partidos".
Borrell manifestó posteriormente en el Pleno del Congreso: "No he propuesto el final de ninguna práctica. Solamente he advertido que si alguna empresa dice actuar en nombre del PSOE es falso y carece de toda veracidad". El secretario general del PP, Francisco Álvarez Cascos, le replicó: "Si acusa a los partidos de recibir comisiones habrá de aportar las pruebas. No sé si esto afecta a su partido. Lo que sí sé es que no afecta a mi partido".
Borrell reconoció después en los pasillos de la Cámara que había mantenido reuniones con empresarios de la construcción sobre esta cuestión: "En el curso de esas conversaciones y de forma confidencial hice una reflexión sobre un problema que había heredado de mis tiempos de secretario de Estado de Hacienda y que es el origen de las facturas falsas del IVA". "Nunca se ha llegado a concretar nada y no tengo constaricia de que ese tipo de prácticas existan" añadió, según informa Pilar Marcos. Borrell matizó que habló sólo en su nombre, y no en el del presidente Felipe González, informa Efe.
El ministro para las Administraciones Públicas, Juan Manuel Eguiagaray, respaldó las declaraciones de Borrell.
Los portavoces del CDS e IU coincidieron en lamentar que el ministro de Obras Públicas pidiera a los representantes de las grandes empresas constructoras que no otorgasen comisiones a los partidos que facilitaran concesiones de obras a sus firmas.
"Sería deseable que, en lugar de tantos sermones a la patronal, el señor Borrell garantizara la transparencia en la contratación de obras y servicios públicos y la seguridad de que este tipo de prácticas no sean posibles en España", dijo Antonio Fernández Teixidó, portavoz del CDS. El portavoz de IU, Nicolás Sartorius, opinó que "es una vergüenza que fuerzas políticas democráticas tengan que decirle a las grandes constructoras que no den dinero a sus partidos".
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