Savimbi recibe en su cuartel general a un ministro angoleño

ENVIADA ESPECIAL La primera visita a Jamba, capital provisional del grupo guerrillero UNITA, en el extremo sureste de Angola, de los miembros de la Comisión Mixta Político-militar encargada de la verificación de los acuerdos firmados en Estoril (Portugal), fue, en opinión unánime de los presentes, "un momento histórico" y "un nuevo paso" en la consolidación de la paz. El héroe de la fiesta fue, obviamente, Jonás Savimbi, que recibió con honras y protocolo de Estado a la delegación.

Es la primera ocasión que representantes oficiales viajan al cuartel general de la UNITA, a 40 kilómetros de la frontera con Namibia. La delegación estaba integrada por un ministro del Gobierno de Luanda (el veterno Lopo do Nascimento), altos funcionarios y observadores militares soviéticos, estadounidenses y británicos. Para la mayoría de los angoleños, el encuentro de Jamba, más que la ceremonia de Estorial o las negociaciones de Luanda, supone el inicio efectivo de una nueva fase. En presencia de su pueblo, más de 20.000 personas que aplaudían entusiastas cada una de sus intervenciones, Savimbi juró de nuevo, solemnemente, "hacer todo lo posible para que se cumplan escrupulosamente los pactos firmados", aunque lanzó también una advertencia a los dirigentes de Luanda y todos aquellos que "puedan sentir la tentación de mentir al pueblo".

Las partes más políticas del discurso del líder de la UNITA consistieron en una alusión a las "nefastas influencias extranjeras " que fueron, según Savimbi, la causa de la "catástrofe" que flageló durante 16 años Angola y sus habitantes. Savimbi añadió que la mejora en las relaciones entre la URSS y EE UU, la reciente independencia de Namibia y las reformas del apartheid en Suráfrica han creado una atmósfera propicia para la paz.

Por su parte, Lopo do Nascimento, el representante del Gobierno en las negociaciones de paz; declaró que la reconciliación nacional es el principal objetivo a alcanzar, y se mostró favorable a un "Gobierno de unidad nacional", inmediatamente después de las elecciones de 1992.