Los negociadores saltaron de la cama a las cuatro de la madrugada
Los negociadores del convenio del Metro se encontraban ya en sus casas -muchos de ellos en la cama- cuando sonó el teléfono, cerca de las cuatro y media de la madrugada.Los sindicalistas de CC OO (nueve), UGT (seis), Sindicato de Conductores, Sindicato Libre (cuatro), Solidaridad Obrera (cuatro) y USO (tres) fueron convocados a una reunión urgente en la sede de la dirección del Metro; igual que el presidente de la compañía, Ramón López-Mancisidor (nombrado a propuesta del alcalde), que descansaba en su casa. El convocante era Fidel Angulo, gerente -un cargo técnico- del Consorcio Regional de Transportes, que preside el socialista Julián Revenga.
Poco antes se había suspendido sin acuerdo la reunión iniciada a las once de la noche, cuando la empresa aún ofrecía un 6% de aumento sobre el salario y un 1% sobre complementos. Los sindicatos habían bajado desde 20.000 pesetas lineales a 14.000. Pero rompieron.
Y en eso llamó Fidel
Fidel Angulo, siguiendo indicaciones de Revenga, tomó entonces el teléfono y convocó a todos de nuevo, al grito de "esto hay que arreglarlo ya". A las 9.20 de ayer se llegaba al acuerdo, después de otras cinco horas de discusión.
La euforia era luego la tónica general. Cherna Bustamante, de USO, estaba contento, y agradeció el gesto de Angulo. "Más vale tarde que nunca", se felicitó. "Creo que hemos progresado cuando la dirección del Metro ha comprendido que no estábamos vinculados a los intereses de los compañeros de la EMT".
"Aquí ha cedido todo el mundo", afirmó el presidente del Metro Ramón López-Mancisidor, que también se mostraba satisfecho y aseguraba que ya a las 9.30 de la mañana el Metro estaba funcionando casi a. pleno rendimiento gracias a la celeridad con que el comité de empresa comunicó a todos los trabajadores el final de la huelga.
Camilo Durán, del Sindicato de Conductores, veía todo de un modo menos optimista: "A las 13.000 pesetas hay que restarle un 15% de retención más la Seguridad Social. Total, que igual se quedan en 7.000 pesetas netas más por 15 pagas. Pero la presión popular era demasiado fuerte. Una huelga en el Metro es mucho trastorno para el ciudadano".
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