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Una fábrica adulteró un millón de litros de alcohol industrial para hacerlo bebible

El departamento de Aduanas e Impuestos Especiales de la Agencia Estatal de Administración Tributaria ha descubierto en una empresa de Villafranca de los Barros (Badajoz) un fraude fiscal que asciende a más de 1.623 millones de pesetas. Según fuentes del Servicio de Vigilancia Aduanera, la empresa "procedió a la regeneración de grandes cantidades de alcohol desnaturalizado y lo vendió para la fabricación de bebidas a diversos destinatarios". Medios cercanos a la investigación calculan que manipuló alrededor de un millón de litros desde hace un año. Un químico, un administrativo y F. L. M., director de la factoría, se encontraban ayer a disposición judicial.Funcionarios del Servicio de Vigilancia Aduanera vigilaron durante varios meses las actividades de la Alcoholera de Villafranca S. L., por sospechar que podía estar dedicándose a regenerar cientos de miles de litros de alcohol desnaturalizado para poder convertirlos en útiles para el consumo humano. Este producto, exento del pago de impuestos, está destinado a la fabricación de disolventes, pinturas, barnices, insecticidas y otros productos industriales.

La citada empresa compró alcohol desnaturalizado mediante el producto químico denominado Bitrex y más tarde "procedió a su regeneración y lo vendió para la fabricación de bebidas alcohólicas a diversos destinatarios", según fuentes próximas a la investigación. La regeneración se realizaba en la propia factoría mediante un proceso de nueva destilación o rectificación del alcohol destinado a uso industrial.

Depósito clandestino

Alcoholera de Villafranca construyó 12 depósitos subterráneos clandestinos -con una capacidad global de 240.000 litros- en los bajos de un almacén en desuso, instalando una red de tuberías de plástico y motobombas para la extracción del líquido. Los depósitos no estaban llenos cuando fueron localizados.

El pasado día 9, una comisión presidida por el juez de Instrucción de Villafranca de los Barros realizó un registro que finalizó con el descubrimiento de las instalaciones clandestinas y "grandes cantidades de alcohol regenerado". El juez ordenó la detención de nueve personas -entre ellas un transportista- por su presunta implicación en un delito contra la salud pública, contrabando y fraude fiscal. Ayer sólo continuaban detenidos el director de la alcoholera, un químico y un empleado administrativo. En la fábrica únicamente había ayer tarde un grupo de vigilantes jurados.

. Las fuentes informantes no han podido precisar los efectos que puede producir en el hombre el consumo de este alhocol regenerado, que tiene un fuerte sabor amargo. Medios relacionados con la investigación opinan que su ingestión no causa la muerte ni alteraciones graves, pero añaden que se está pendiente del dictamen del laboratorio al que se han remitido unas muestras.

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