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Los combates amenazan con llevar a un callejón sin salida las negociaciones de paz

Juan Antonio Ortega Díaz-Ambrona

La reactivación del frente de guerra en Croacia dificulta las negociaciones de paz de Ginebra, donde las tres partes en conflicto defienden sus posiciones para establecer con la máxima firmeza posible las demarcaciones territoriales en Bosnia-Herzegovina. El presidente de Bosnia, Alia Izeltzegovic, ha anunciado que se retirará de las conversaciones si siguen en punto muerto. El relator especial, Tadeusz Mazowiecki, ha retrasado la presentación de su informe sobre las violaciones de los derechos humanos hasta la semana próxima para evitar nuevas tensiones.

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Los copresidentes de las negociaciones, Cyrus Vance y David Owen, continuaron ayer su mediación con reuniones por separado con cada una de las partes y, luego, a dos bandas, para intentar superar las divergencias territoriales que oponen a las comunidades serbia, croata y musulmana de Bosnia y para confirmar "los pequeños acuerdos alcanzados, de forma tripartita".La importancia de los acuerdos territoriales es capital, pues configuran las mayorías étnicas en cada una de las autonomías a partir de los nueve principios constitucionales aceptados. Esta fase de la negociación se enfrenta a la intransigencia de cada una de las partes, que mantiene sus posiciones inamovibles. Los serbios exigen consolidar el control de las zonas con mayoría étnica logradas en sus conquistas bélicas; los musulmanes piden un más equilibrado reparto territorial, y los croatas, a pesar de haber aceptado el principio de división territorial en Bosnia, han reanudado los ataques en las zonas de la Krajina y la costa dálmata de Croacia, ocupadas militarmente por las milicias serbias.

Esta situación es interpretada en medios diplomáticos "como la dinámica y lógica de guerra y de paz para conseguir la mejor posición en las negociaciones". Esta práctica ha sido mantenida durante los últimos nueve meses por las milicias serbias antes de negociar directamente el futuro de Bosnia-Herzegovina.

Pero más allá de las diferencias en kilómetros y líneas divisorias de las futuras autonomías se encuentra el reparto de los recursos naturales. En la propuesta actual de división, las principales instalaciones hidroeléctricas del país se encuentran en las zonas con mayoría croata y las industrias siderometalúrgicas y recursos mineros, en regiones con ma yoría musulmana. Las zonas con mayoría serbia son áreas eminentemente agrícolas. Ante este telón de fondo de fuertes discrepancias, el relator especial para investigar las violaciones de los derechos humanos en la antigua Yugoslavia ha preferido retrasar la divulgación del informe hasta la próxima semana.

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