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Un 80% de los estadounidenses respalda el plan de Clinton pese a la fuerte subida de impuestos

Antonio Caño

Después de haber presentado ante el Parlamento el más ambicioso programa de transformación económica que conoce este país en más de un década, el presidente norteamericano, Bill Clinton, se echó ayer a la calle para vender ese programa a los más de 100 millones de contribuyentes estadounidenses a los que ha aumentado los impuestos para recortar el déficit y pagar su programa de inversiones públicas. Clinton explicó que su plan pretende defender a las clases menos poderosas y que está dirigido sólo contra los grupos que representan intereses particulares y minoritarios en Washington. Las encuestas revelan que, por el momento, cerca de un 80% de la población respalda la iniciativa presidencial.

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Una nueva dirección

Un sondeo elaborado por la cadena CNN y el diario USA Today después del discurso del presidente muestra que un 79% de los encuestados apoya las polémicas medidas tomadas por la Casa Blanca. Otras encuesta realizada por la cadena ABC coincide en que un 74% de los norteamericanos están dispuestos a ayudar a salir de la crisis económica por el camino trazado por el presidente, mientras que sólo un 18% está en contra.Mientras que Bill Clinton comenzaba en San Luís una gira de varios días por diferentes Estados del país para explicar sus ideas renovadoras, dos de los principales dirigentes económicos del Gobierno, el secretario de Tesoro, Lloyd Bentsen, y el jefe de la Oficina de Presupuestos de la Casa Blanca, Leon Panetta, comparecían ayer ante el Congreso para allanar el camino hacia la

,aprobación parlamentaría del programa presidencial.

El vicepresidente, Al Gore, fue entrevistado en dos programas de televisión de la máxima audiencia y catorce de los altos cargos del Ejecutivo visitaron distintos puntos del país con la misma misión pedagógica que su jefe; toda la maquinaria publicataria del gran comunicador demócrata se puso en marcha para compensar los ataques que la oposición republicana -encabezada por el propio Ronald Reagan- y otros medios conservadores han lanzado contra el programa presidencial.

La Bolsa de Nueva York reaccionó de una manera incierta al discurso presidencial del miércoles. Tras un inicio en el que el índice Dow Jones había subido 36 puntos, acabó cerrando con 10 puntos a la baja, dejando una imagen de confusión sobre la manera en que Wall Street había encajado el programa económico de la Casa Blanca. "Esto fue hoy como una montaña rusa. La primera impresión del discurso fue positiva, pero a lo largo del día ha ido creciendo la sensación de que los recortes del gasto público no son suficientes" comentó un ejecutivo de una firma financiera. El pasado martes, tras los primeros anuncios de Clinton de subidas de impuestos, la Bolsa neoyoquina cayó más de 80 puntos.

En nombre de la minoría republicana, el líder de la oposición en la Cámara de Representantes, Bob Michel, contestó al discurso presidencial con, una alocución televisada en la que afirmó que "el mejor camino para reducir el déficit es reducir el gasto público, no subir los impuestos". "En 1992 el candidato Clinton decía que sólo subiría impuestos a los ricos. En 1993 el presidente Clinton dice que todos los que ganen más de 30.000 dólares al año tendrán que pagar. Los norteamericanos tiene que recordarlo: cuando escuchen a un demócrata hablar de tasas, no pregunten para quién son, son para usted", afirmó Michel.

El propio ex presidente Ronald Reagan en cuyo método de comunicación sencilla y directa se inspiró CIinton para su mensaje del miércoles- declaró al diario The New York Times que el plan de la Adminisstración demócrata es "una repetición de las fracasadas. políticas liberales del pasado".

En el Estado de Misuri, uno de los más afectados por la crisis de la industria aeronáutica, Bill Clinton quiso comenzar lo que llamó "el día uno de la nueva dirección" y pidió ayuda a la población para presionar a los congresistas' en favor del programa económico: "Díganles a sus congresistas que apoyarán estas honestas y dificiles decisiones. Díganles que los defiendan a ustedes de los intereses especiales. Díganles que apoyan la eliminación de la reducción de impuestos para los lobbys El presidente advirtió, al mismo tiempo, que el camino por recorrer no será fácil ni corto. "No nos metimos en este lío de la noche a la mañana ni vamos a salir de el tampoco de la noche a la mañana", señaló Bill Clinton.

En su comparecencia ante el Congreso, también Bentsen sostuvo que, "aunque se han visto últimamente algunos signos alentadores, la recuperación no es todavía consistente", por lo que el secretario del Tesoro pidió a los parlamentarios la aprobación cuanto antes de un paquete de inversión pública de 30.000 millones de dólares en dos años.

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