Carlos deja el polo y Diana sigue con problemas

Carlos de Inglaterra, príncipe de Gales, dio a conocer ayer su intención de abandonar el polo de alta competición y relajar su relación con el mayor Ferguson, su entrenador desde hace 15 años, padre de la duquesa de York. Recientemente, el mayor se ha visto envuelto en un escándalo amoroso cuando su ex amante, una joven de 34 años amiga de Sarah Ferguson, reveló detalles íntimos de sus supuestos amoríos con el abuelo Ferguson, de 59 años de edad. El palacio de Buckingham rechazó toda conexión con este incidente e insistió en que la decisión del príncipe se debe a la edad -Carlos tiene 44 años- y al deseo del príncipe de dedicar más tiempo a sus dos hijos y a las tareas oficiales.Por otra parte, trozos inédítos de la conversación telefónica de lady Diana y James Gilbey, que presuponen algo más que una vieja amistad entre la princesa de Gales y el apuesto soltero británico, se transmitieron ayer por la televisión australiana. Las nuevas revelaciones, vital complemento de las declaraciones cariñosas que Gilbey lanzó a su princesa -"My squidgy", algo así como "mi muñequita de goma", en castellano- recogidas el año pasado por la prensa británica, serán un mal trago para Diana, que se encuentra hoy en Nepal celebrando su primer viaje oficial desde el anuncio de la separación de los príncipes de Gales.-