Corcuera pide al PSOE solidaridad con Mohedano

El Grupo Parlamentario Socialista dio ayer por zanjado el caso Mohedano. El diputado socialista presentó su dimisión irrevocable como secretario general ante el organismo que le eligió para no lesionar la imagen del PSOE. El ministro del Interior, José Luis Corcuera, y otros seis diputados expresaron corporativamente su solidaridad con Mohedano, eludieron las referencias a la responsabilidad política del caso y se negaron a que derive en un endurecimiento de la legislación sobre incompatibilidades. El presidente del grupo, Carlos Solchaga, calificó de "peligrosa e inquietante" esta propuesta.

La presentación de la dimisión irrevocable como secretario del grupo parlamentario por parte de José María Mohedano cerró, desde el inicio de la reunión, el paso a que los diputados socialistas insistieran en el caso.El debate, derivó hacia una reflexión pública sobre la falta de solidaridad en el interior del PSOE, el papel de la prensa, la indefensión de los políticos y, en menor medida, sobre el régimen de incompatibilidades, con intervenciones de media docena de parlamentarios.

El presidente del grupo parlamentario, Carlos Solchaga, al abrir la reunión, de poco más de una hora de: duración, calificó de "situación dolorosa, la creada con el caso Mohedano y expresó que la actuación profesional del abogado y diputado socialista con el constructor Gómez-Pinto había sido jurídicamente "correcta". Posteriormente, el propio Solchaga, ante los periodistas, matizó que si jurídicamente era "irreprochable", "la valoración política es distinta".

De ello habló de pasada en la reunión del grupo parlamentario el propio Mohedano, al reconocer que la utilización por su parte del coche Jaguar, perteneciente a la empresa New Techno, había sido "una torpeza". Pero la intervención de Mohedano ante sus compañeros de grupo se centró en la defensa de la legalidad de sus actuaciones con el constructor Gómez.-Pinto.

En este sentido, reprochó que la información publicada sobre el caso había ocultado que Gómez-Pinto había sido absuelto por los tribunales. También manifestó que su actuación ante el alcalde de Valladolid, Tomás Rodríguez Bolaños, había sido un mero "tanteo profesional", que posteriormente ratificó el propio alcalde, presente en la reunión en su calidad de diputado. Sin embargo, no hizo referencia alguna a las sospechas apuntadas en la víspera sobre las maniobras partidistas para derribarle del puesto de secretario del grupo por parte de su compañero Juan Pedro Hernández Moltó.

Los políticos y la prensa

Mohedano destacó también la solidaridad que había recibido de algunos compañeros de su partido, pero también anotó la insolidaridad de otros.Aunque el diputado socialista no dio nombres, la referencia a los presidentes autonómicos de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, y de Madrid, Joaquín Leguina, que se habían adelantado a pedir su dimisión, era clara.

El ministro del Interior, José Luis Corcuera, protagonizó el debate posterior, y a su intervención siguieron las de otros diputados como Carlos Sanjuán, Angel García Ronda, Fernando Gimeno, Tomás Rodríguez Bolaños, Demetrio Madrid y Miguel Ángel Martínez.

Ninguna de las intervenciones hizo referencia a las responsabilidades políticas en que podía haber incurrido el diputado socialista. Todos los diputados se manifestaron solidaria y corporativamente con Mohedano.

Corcuera insistió en la pérdida de la "cultura de la solidaridad" en el seno del PSOE y reprochó, sin citarlos, a Leguina y a Rodríguez Ibarra por haber pedido la dimisión de Mohedano "sin haber contrastado previamente su actuación".

El liderazgo no se mide por la presencia en los medios de comunicación sino por los votos en el partido, dijo Corcuera, que reiteró la conveniencia de dirimir las cuestiones del PSOE en las reuniones internas y sin airearlas ante la opinión pública.

Miguel Ángel Martínez se extendió en denunciar la indefensión de los políticos ante las denuncias aparecidas en la prensa y también alertó sobre la insolidaridad de algunos miembros del PSOE.

Demetrio Madrid, que llegó a dimitir como presidente de Castilla y León por una denuncia, y que posteriormente fue absuelto, tuvo una intervención emotiva de apoyo a Mohedano, recordando su caso.

El presidente del grupo parlamentario, que actuó como portavoz de la reunión, centró ésta en la incompatibilidad absoluta del cargo de diputado, pedida por los socialistas manchegos. Solchaga se extendió en explicar que no comparte semejante tesis porque, según explicó, los diputados y senadores españoles inician esta legislatura con uno de los regímenes de incompatibilidad "más restrictivos de toda Europa".

Para el presidente del grupo socialista en el Congreso la incompatibilidad total y absoluta con el ejercicio de cualquier actividad profesional puede suponer "una desconexión con la sociedad y, el Parlamento debe ser también", prosiguió, "un reflejo aproximado de la composición estamental y clasista de la propia sociedad".

Para Solchaga las restricciones económicas excesivas podrían conducir a que "los ricos por su casa ocuparan el escaño siempre" o bien que aquellos a los que por su profesión no alcanzan el mismo sueldo que un diputado "tuvieran que estar pendientes siempre de mantener su escaño para mantener también su salario".

Esos dos elementos configuran para el presidente del Grupo Parlamentario Socialista un riesgo grave de "burocratización y funcionarización" del Congreso y del Senado.