José Amedo y Michel Domínguez declaran ante el juez Bueren por la primera acción de los GAL

Carlos Bueren, titular del Juzgado de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional, tomó ayer declaración a los ex policías José Amedo y Míchel Domínguez, condenados a más de 108 años de prisión como organizadores de los GAL, por el secuestro en 1983 de Segundo Marey. Este interrogatorio se produce a partir del testimonio de varios gal detenidos en Francia por esta acción. La reactivada investigación judicial sobre los GAL puede derivar en una nueva imputación contra ambos agentes, e incluso contra funcionarios aun no involucrados.

La comparecencia de ambos ex agentes estaba prevista en torno a las once de la mañana de ayer, pero la actividad del juzgado número 1 retrasó el interrogatorio a Amedo y Domínguez, que finalmente se realizó en las instalaciones del juzgado número 5 de la Audiencia. De éste último se ocupa provisionalmente Carlos Bueren a la espera de que tome posesión su nuevo titular, Manuel García-Castellón.El secuestro de Segundo Marey, perpetrado el 4 de diciembre de 1983, fue la primera acción de los GAL, que pretendían que la víctima les ayudase a localizar a activistas de ETA, pero ante la falta de información del rehén le liberaron 10 días después. Según la declaración de un mercenario de la banda antietarra, Mohamed Talbi, condenado en Francia por este hecho, Marey fue secuestrado en Hendaya (País Vasco francés) y entregado al entonces subcomisario Amedo en la frontera de Behobia. En relación con el secuestro también fueron acusados Raymond Sanchis, Pedro Sánchez -ya fallecido- y Jean Pierre Echalier.

Echalier y Talbi testificaron en su día en Francia que tras el secuestro se entrevistaron en un hotel de Bilbao con dos hombres -uno de los cuales se hacía llamar Pepe-, quienes les indicaron que se habían equivocado de víctima. Pese a ello, les entregaron 10.000 francos a cada uno y una bomba que debían hacer explotar en un bar. Precisamente, el eventual envío de fotografías de Amedo y Domínguez a los gal franceses podría ser clave para que los dos ex agentes fuesen acusados del, secuestro, según fuentes de la investigación.

Los dos mercenarios franceses afirmaron también que varios individuos enviados, según ellos, desde la comisaría de Bilbao custodiaron a Marey durante el secuestro. Talbi y Echalier dijeron que habían entregado al rehén en el puesto fronterizo de Dantzarinea, cerca de Irún, a un grupo de supuestos policías españoles. Estas personas llegaron al lugar entre dos y tres horas después de que Talbi llamase por teléfono a dos números de Bilbao que corresponden al Gobierno militar y la comisaría de dicha capital.

Talbi hizo la llamada tras saber que su compañero Pedro Sánchez acababa de ser detenido.

El valor del testimonio prestado ayer por ambos ex agentes, que negaron tener relación con el suceso ni conocer a los integrantes del comando que secuestró a Marey, deriva de la oportunidad de que sus declaraciones sirvan para aportar luz sobre este suceso. En este sentido, Domínguez negó que trabajase en esas fechas con Amedo y sostuvo que estaba en el Gabinete de identificación, lo que la investigación tratara ahora de verificar.

Domínguez ratificó la versión que en su día aportó el juez Baltasar Garzón sobre la entrevista entre ambos el pasado 21 de abril. El ex inspector solicitó declarar ante Garzón, hoy delegado del Gobierno del Plan sobre Drogas, pero, una vez en el juzgado, decidió callar y plantearle sólo sus problemas personales -su mujer está gravemente enferma de cáncer- y su deseo de alcanzar el indulto.