Deportistas contra la droga terminan la marcha jacobea
Campeones olímpicos en Barcelona, como el marchador Daniel Plaza, unieron ayer sus esfuerzos a viejas glorias del deporte que no podían disimular las canas o algunos centímetros de barriga. Todos recorrieron a pie los cinco kilómetros que separan el Monte do Gozo de Santiago de Compostela, la última etapa de la Marcha Jacobea contra la Droga, que han realizado por relevos durante ocho días. Más de 20.000 personas han participado en esta singular peregrinación organizada por la asociación Deportistas Unidos contra la Droga, que preside el jugador de baloncesto Fernando Romay.Al pie de un gigantesco globo aerostático, cientos de niños armados de bolígrafos y libretas para los autógrafos y decenas de turistas curiosos, recibieron a los deportistas en la Plaza del Obradoiro. Hubo alguna pequeña decepción, como la ausencia del ídolo más esperado, el jugador del Deportivo de La Coruña Fran, quien se quedó sin participar porque a esa misma hora tenía un entrenamiento con su equipo. El propio Fernando Romay tampoco pudo acudir porque estaba concentrado con su actual club, el OAR Ferrol.
La marcha estaba encabezada por el ex atleta Javier Moracho, uno de los dirigentes de la asociación. Detrás de Moracho había tres campeones olímpicos en Barcelona: Daniel Plaza, la jugadora de hockey Natalia Dorado y el yudoca Manuel Jiménez. El resto eran deportistas ya retirados: el ex portero del Barcelona Javier Urrutikoetxea, el antiguo pivote de la selección nacional de baloncesto Luis Miguel Santillana, los atletas Jordi Llopart y Colomán Trabado, y el jugador de balonmano Cecilio Alonso. En la misma plaza se unieron al grupo dos leyendas del deporte gallego, el ex ciclista Álvaro Pino y el que fue jugador del Real Madrid Amancio Amaro.
Los peregrinos apenas tuvieron tiempo de despojarse de la indumentaria deportiva y ponerse la corbata para asistir a una misa en la catedral, que concluyó con una ofrenda al apóstol presentada por Pino. El oficiante de la ceremonia, el canónigo de la catedral Jesús Precedo, también elevó su plegaria al patrón de la ciudad: "Santiago, cierra España para esta plaga de la droga". Desde el pasado día 9, la marcha ha recorrido unos 1.000 kilómetros. La peregrinación se inició en la localidad de Saint Jean Pie de Port, en el Pirineo francés.
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