El cartelista solidario
El belga Jean-Michel Folon ha logrado, rehuyendo modas y centrándose en intereses personales, imponer su inconfundible universo estético de una forma masiva, pero también relativamente anónima. Sin duda esto tiene que ver con el medio al que se dedica: el cartelismo. Todo el mundo se ha encontrado alguna vez ante alguna de sus obras para campafias diversas -recordemos, por ejemplo, sus carteles para algunos filmes de Woody Allen-, pero sin ser necesariamente consciente de su autoría, su celebridad demuestra, en cualquier caso, que los trabajos bien hechos siempre son recompensados.Jean-Michel Folon nació en 1934 en las afueras de Bruselas. Allí inició la carrera de arquitectura, que pronto abandonó, sin embargo, para dirigirse a París y comenzar su carrera artística en el terreno de la ilustración y la publicidad. Después de que varias revistas prestigiosas americanas, como The New Yorker, Esquire y Horizon, publicaron sus dibujos, logró exponer por primera vez en París en 1964, y desde enconces su obra ha recibido un reconocimiento creciente, cómo lo prueba el que el Metropolitan Museum of Art de Nueva York le honrara en 1990 con una vasta exposición antológica.
Jean Michel Folon
Obra 1963-1993. Fundación Caixa de Catalunya (La Pedrera). Passeig de Grácia, 92. Barcelona. Hasta el 21 de noviembre.
Ahora la Fundació Caixa de Catalunya presenta por primera vez su obra en España con una exposición que no es sólo importante por llenar un vacío cultural, sino que supone además una primicia mundial. Se trata de la primera ocasión en que se exhiben sus esculturas, una faceta nueva de su trabajo que ha venido cultivando durante los últimos cuatro años, que adolece empero de cierta ingenuidad. Para la ocasión se han reunido más de 200 obras, entre acuarelas, pinturas, dibujos, obra gráfica, carteles y objetos, además de las esculturas citadas, lo que permite contemplar la labor artística de Folon desde una perspectiva muy completa.
Folon se concentra en las posibilidades expresivas del dibujo y el color, siempre como vehículo para expresar ideas y comentarios que se refieren a los problemas del hombre contemporáneo. De una manera sutil y poética, a veces onírica e influida por la labor de otros artistas belgas como Magritte,Esnor y Delvaux, aparece siempre preocupado por temas humanitarios y solidarios como la libertad y las relaciones humanas.
Este dibujante belga ha realizado encargos para Amnistía Internacional, Greenpeace o la Unicef, y ha tratado temas como el de los refugiados políticos, la investigación sobre el sida, los derechos humanos o el hambre en el Tercer Mundo, con gran efectividad y elegancia. Algunos de sus temas recurrentes, como la libertad, están tratados con metáforas sencillas: el mar, el cielo, hombres voladores, pájaros, barcos y horizontes abiertos, pero nunca, lo que se agradece, desde un didactismo irritante.
Babelia
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