El Deportivo ahuyenta sus fantasmas
Los hombres de Arsenio se afianzan a costa del Sevilla
El Deportivo ahuyentó a los fantasmas. Volvió a beber en las fuentes estéticas de su fútbol, que el año pasado habían alimentado una de las más frescas alternativas de la Liga española. Le costó a los coruñeses sacudirse el nerviosismo y burlar la organizada estructura defensiva del Sevilla. Pero cuando apretó el acelerador y sus artistas encontraron la inspiración hizo morder el polvo al rival.El partido tenía de antemano todo el valor de un análisis clínico. La penosa actuación de los blanquiazules en el Bernabéu hirió muchos orgullos y destrozó muchos mitos. Ese encuentro desnudó al Deportivo y por eso el de ayer se esperaba con impaciencia antes de emitir el diagnóstico final sobre el juego del líder de la Liga.
En una ocasión tan comprometida, Arsenio optó por el retorno a los orígenes. Sacrificó a Donato de inicio -cuyo excelente rendimiento estaba siendo una de las claves de la solidez defensiva de los gallegos- para reimplantar el sistema al que tanto brillo sacó la temporada anterior: dos medias puntas por las bandas, Fran en la izquierda y Manjarín en la derecha, haciendo de Aldana.
Tardó tiempo el Deportivo en cogerle el pulso al encuentro. Durante muchos minutos se estrelló ante la defensa adelantada del Sevilla y sufrió cada vez que los andaluces lanzaron algún contragolpe. Las mejores ocasiones de la primera media hora fueron de los de Luis Aragonés, especialmente una de Súker solo ante Liaño. Pero al mismo tiempo los gallegos empezaron a emitir algunas señales tranquilizadoras para su público. La mejor, sin duda, la recuperación de Fran.
El cambio de sistema permitió además que se rehiciese la sociedad Fran-Nando. Y este último estuvo también portentoso: peleó cada balón con ansia infinita y destrozó con su regate la banda derecha del Sevilla. Las armas deportivistas comenzaron entonces a afilarse. Claudio en dos ocasiones y especialmente Bebeto, con un dulce regate de cintura al borde del área, comenzaron a anunciar el gol, un objetivo que se cumplió justo al borde del descanso. El Deportivo golpeó al Sevilla con su método: se aprovechó de un avance para sorprenderle con un vertiginoso contragolpe de Bebeto.
No tuvo tiempo a rehacerse el Sevilla porque el Deportivo recuperó también otra de sus mejores virtudes, la capacidad para resolver los partidos por la vía rápida. Su salida en la reanudación fue alucinante: Fran hizo el 2-0 sólo 19 segundos después del saque de centro. Volvió entonces el gusto por el fútbol, por el toque y la filigrana. Además, Súker echó una mano al líder enviando a las nubes un penalti en el m. 65. Fue el último aliento del Sevilla mientras el Deportivo comprobaba que el buen juego es la mejor garantía de victoria.
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