Volkswagen se niega a comprometerse por escrito con Industria sobre el destino de las ayudas a Seat
La Administración y Volkswagen no lograron ponerse ayer de acuerdo sobre las ayudas a Seat. Las negociaciones se complicaron en el último momento. Las diferencias están en dos frentes: la cuantía de las ayudas -Volkswagen pide 50.000 millones y la Administración ofrece 38.000- y la exigencia del Ministerio de Industria a la multinacional para que se comprometa por escrito sobre el destino detallado del dinero que reciba para inversión tecnológica.Con todo, ambas partes esperan cerrar un acuerdo en los próximos días. Tras la reunión, el secretario de Estado de Industria, Juan Ignacio Moltó, dijo: "Hemos avanzado sustancialmente". El portavoz de Volkswagen, Otto Wachs, afirmó: "No hay dudas de que habrá acuerdo".
A la reunión asistieron el ministro de Industria, Juan Manuel Eguiagaray; el presidente de Volkswagen, Ferdinand Piëch; el secretario de Estado de Industria, Juan Ignacio Molté, y el consejero de Trabajo de la Generalitat, Ignasi Farreres.
Los compromisos que pide Industria son:
1) Nacionalización de una parte de las compras de piezas que Seat hace ahora a Volkswagen para aumentar el peso de los proveedores españoles.
2) Acuerdo escrito con detalle pormenorizado de los programas de inversión en el centro técnico de Martorell y en los nuevos modelos, en especial, el nuevo Toledo. "Lo que no aceptamos es dar ayudas y luego no ver en qué programas encajari", dijo una fuente de la Administración.
3) Compromiso de que las futuras plantas que pueda abrir Seat se levanten en España.
Los alemanes han pedido tiempo antes de comprometerse. Los aspectos jurídicos están cobrando importancia a medida que la negociación avanza. A la reunión de ayer asistió Udo Stolz, director de jurídico de Volkswagen.
Volkswagen pide un mínimo de 50.000 millones de pesetas en ayudas públicas. Los alemanes están decididos a aplicar nuevos recortes al tamaño de Seat si no reciben este nivel de ayudas. En sólo seis meses, Seat ha perdido dos fábricas -la de Zona Franca, que cerrará en septiembre, y la de Landaben, traspasada a Volkswagen-, y 8.000 empleos, además de la financiera Fiseat.
Seat renunció ayer a declarar hoy día de trabajo, ante la oposición sindical. Los sábados son festivos en Seat, pero la empresa quiere que se trabaje para atender el aumento de los pedidos.
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