Berlusconi anuncia su separación de Fininvest y su hermano pasa a detención domiciliaria
PERU EGURBIDELos sucesos que han tensado hasta el límite en estos días la vida política de los italianos y las posibilidades de supervivencia del Gobierno confluyeron ayer en un desenlace que resulta difícil pensar que no haya sido concertado. Por un lado, Paolo Berlusconi, el hermano menor del primer ministro, se entregó a las 8.20 a los jueces de Milán que le buscaban desde el pasado martes. Fue interrogado durante varias horas y posteriormente pasó a detención domiciliaria. Por otro, Silvio Berlusconi anunció, al filo del mediodía, y mientras su hermano respondía a las preguntas de los jueces, que congelará temporalmente sus derechos sobre el grupo empresarial Fininvest y los pondrá en manos de un "alto comité" de expertos.
Se trata de un anuncio hecho por i sorpresa y sin efectos inmediatos, ya que para su realización se requiere la aprobación previa de un proyecto de ley que debería ser debatido por el Parlamento el próximo otoño. La sorpresa deriva del hecho de que los expertos encargados de redactar el proyecto parecieron estar muy lejos de su objetivo el pasado martes, cuando dieron cuenta de sus trabajos en el Parlamento.Además, el presidente de la República, Oscar Luigi Scalfaro, que sería el responsable de nombrar -al citado "alto comité", emitió ayer una nota en la que saluda la iniciativa del jefe de Gobierno, pero añade que la propuesta de Berlusconi no se ajusta a la Constitución.Es obvio que las dificultades en que se ha visto Silvio Berlusconi durante las últimas horas le han inducido a dar este paso, solicitado tanto por la oposición como por sus aliados de Alianza Nacional y la Liga Norte, para salir del callejón sin salida precisamente el día en que su hermano Paolo se iba a entregar.
El fiscal Antonio di Pietro, el más conocido de los magistrados que se ocupan de la investigación Manos Limpias, inició ayer el interrogatorio del detenido pasadas las nueve de la mañana, tras hacer esperar más de 40 minutos a Paolo Berlusconi.No hubo trato
"Cuando tenía que pagar comisiones ilegales, era Paolo Berlusconi quien me daba el dinero negro. Yo sólo tenía que hacerle saber la cifra que necesitaba ", se lee en las actas de la declaración de Salvatore Sciascia, el director para asuntos fiscales de Fininvest detenido el pasado lunes. Ayer se entregó también un estrecho colaborador de Sciascia, el ex policía fiscal Gianmarco Rizzi, buscado desde el domingo. Poco después, hacía otro tanto Alfredo Zuccotti, directór administrativo de Fininvest.Los jueces, que se negaron a negociar antes del interrogatorio que el hermano del primer ministro no sería encarcelado, reprochan además a. Paolo Berlusconi la posibilidad de que haya destruido pruebas durante la reunión celebrada el domingo en la residencia milanesa de Silvio Berlusconi con ministros del Gobierno y abogados de Fininvest.
"A nivel personal, me siento cercano a mi hermano, al que considero un caballero", dijo Berlusconi en su conferencia de prensa de ayer, tras afirmar que "Paolo nunca estuvo fugitivo. Esperaba sólo que le llamaran los magistrados". "No quiero sacar conclusiones", añadió, en referencia a la actuación de los jueces, "pero la sociedad Fininvest ha sido objeto de casi 100 diligencias, entre visitas, registros y secuestros. Cada cual puede juzgar por sí mismo".
"El presidente del Gobierno ha decidido separar hasta el último lazo que le unía al grupo Fininvest. Ha llegado el momento de congelar mis derechos societarios", anunció Silvio Berlusconi, quien, a la pregunta de si la separación será temporal o definitiva, respondió: "Será larga, porque pienso gobernar mucho tiempo".
"Estoy convencido de ser el único que tiene una experiencia adecuada, porque los demás políticos no tienen la cultura empresarial del presidente del Gobierno", insistió Berlusconi, que explicó la aprobación del polémico decreto ley que suprimía la prisión preventiva para los presuntos corruptos, posteriormente- retirado, cómo "un error de inexperiencia"; advirtió que las críticas extremas fomentan una imagen negativa de Italia que no se corresponde con los datos económicos, y afirmó que la prensa italiana y extranjera ha hablado de crisis de credibilidad de su Gobierno, lo que, dijo, "no es cierto, según los sondeos".
Los aliados tardaban en pronunciarse sobre la fórmula de separación de intereses personales y empresariales sugerida ayer por Berlusconi, aunque el más belicoso de ellos, el líder de la Liga, Umberto Bossi, sigue repitiendo que "este Gobierno no tiene alternativas, y durará años". La oposición expresó su satisfacción por el paso dado y preocupación porque no se ve qué mecanismo puede impedir que los medios de comunicación de Fininvest sigan apoyando tendenciosamente Berlusconi.
Un controlador para un imperio
P. EUn controlador será la figura base del mecanismo anunciado ayer por Berlusconi para separar sus intereses personales de los públicos mientras desempeñe el cargo de presidente del Gobierno. Unos intereses, concentrados en Fininvest, que representan un verdadero imperio con ramificaciones en sectores como el de la comunicación e imagen, producción y distribución cinematográfica, edición, grandes. almacenes, fínanzas, seguros, inmobiliario. Se trata del segundo grupo empresarial privado de Italia.
Fininvest no cotiza en bolsa y, por ello, no se presta a soluciones como la del blind trust que acoge los bienes de los presidentes de Estados Unidos, un mandato ciego para que un gestor profesional administre patrimonios compuestos de inmuebles y valores, de manera que el presidente no pueda saber en cada momento si es accionista de Westinghouse o de Firestone. En esas condiciones, es difícil que logre favorecer desde' el Gobierno intereses concretos suyos.
,No puede decirse lo mismo en el caso de Berlusconi, que una de las primera. cosas que ha hecho desde el Gobierno es intervenir sobre las televisiones estatales que compiten con sus redes. Especialmente inquietante es la suprema cía sobre los medios de comunicación de este primer ministro, que posee una concentración de medios -tres cadenas televisivas nacionales revistas como Panorama y Epoca- sin precedentes en un político. El mecanismo de separación es complejo. El presidente de la República nombraría un alto comité de cinco miembros, incluidos el presidente de la Comisión Antitrust y el Garante della Editoria, que es el que trata de controlar, sin ningún éxito, la conducta de los medios de comunicación italianos. Este comité deberá aprobar al controlador que proponga el propio Berlusconi, o, alternativamente, nombrarlo, si no se llega a un acuerdo en un cierto plazo.
Sin embargo, el jefe del Estado expresó ayer sus reservas con respecto a la posibilidad de nombrar al citado comité, alegando que excede sus competencias constitucionales.
El controlador, dijo ayer vagamente Berlusconi, tendrá los poderes de un administrador, de manera que podrá cambiar a los directores de los medios "en caso de desacuerdo sobre los objetivos, más que político", disolver, fusionar' o cotizar en bolsa las sociedades. Pero el sistema sólo se conocerá cuando salga del Parlamento.
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