Frustración y desánimo en Brasil tras la absolución del ex presidente Collor de Melo

Sentimientos de frustración y desánimo se apoderaron ayer de los brasileños tras la absolución del ex presidente Fernando Collor de Melo en el juicio por cohecho celebrado ante la Corte Suprema. Por cinco votos a tres, los jueces decidieron el lunes que las pruebas presentadas por el fiscal general de la República, Arístides Junqueira, no eran suficientes para tipificar el delito de cohecho. El ministro de Hacienda de Brasil, Ciro Gomes, comentó que "la impunidad no debería ser el premio de tanta pillería".

El gobernador electo de Río de Janeiro, Marcello Alencar, manifestó que "el pueblo no va a entender este veredicto" pues "no se puede deponer a un presidente y luego decir que no hay pruebas contra él". El jurista Saulo Ramos comentó que "los ministros que votaron por la absolución, de Collor son técnicos y, por tanto, el veredicto se basa estrictamente en las pruebas existentes en los autos, que eran muy frágiles".A la gente común le resulta difícil entender cómo el presidente que fue depuesto hace dos años por corrupción puede ser absuelto ahora. El ministro Sidney Sanches, que presidió el juicio político a Collor en el Senado, explicó que se trata de dos procesos diferentes. "En 1992 le juzgamos por falta de decoro inherente al cargo de presidente y eso se comprobó; ahora le juzgamos por cohecho y las pruebas no me convencieron", explicó.

Tras la divulgación de la sentencia, Collor dio a conocer una breve nota en la que afirmó que la defensa presentada ante la Corte "es exactamente la misma que llevé hace dos años al plenario del Senado". El ex jefe del Estado agregó que "pasada la emoción de aquel momento, ahora es posible hacer un análisis imparcial de todo el proceso".

Junqueira se disponía a acusar a Collor ayer mismo ante la Corte por peculado, por haber puesto funcionarios y vehículos de la presidencia al servicio del empresario Paulo César Farías, el principal acusado en el escándalo de corrupción. Por otra parte, el ex presidente afronta ante un tribunal civil una causa por falta de probidad administrativa, que le puede costar el embargo de todos sus bienes y la obligación de restituir en dinero eventualmente mal recaudado.

Absueltos el resto de acusados

En cuánto a los demás reos, que eran juzgados ayer, resultaron absueltos de todos los cargos excepto el de falsificación ideológica, por haber abierto cuentas corrientes o firmado cheques en nombre de personas ficticias. El procurador general de la República no aportó pruebas que respaldaran un fallo condenatorio.Todo indica que el ex presidente se dispone a volver a la vida política, pues apenas se conoció el veredicto, sus partidarios en el Congreso enarbolaron un proyecto de amnistía a fin de devolverle el derecho de ocupar cargos públicos, que fue suspendido por el Senado hasta el 2000.