González proclama su respeto al juez Móner y pide a la oposición que rectifique sus "disparates"
El presidente del Gobierno, Felipe González, proclamó ayer su respeto a la independencia del poder judicial del Tribunal Supremo y del juez Eduardo Móner sobre el procesamiento de José Barrionuevo. Con ello trató de cortar el "falso debate" que han montado los, partidos de la oposición y representantes judiciales al atribuirle portavoces del PSOE una crítica al juez Móner por decidir el procesamiento del ex ministro del Interior, José Barrionuevo, una vez disueltas las Cortes. González aseguró ayer que no iba rectificar algo que no dijo en su intervención ante el Comité Federal del PSOE, el sábado.
Las asociaciones de jueces no se dieron por satisfechas y pidieron, ayer a González un desmentido claro y público. No obstante, Felipe González rectificó ayer la versión que los portavoces del PSOE ofrecieron de la sesión del comité federal, celebrada a puerta cerrada. Aseguró que cuando alguien del comité federal -en alusión a Joaquín Leguina- comentó que era la primera vez que se producía, una vez disueltas las Cortes, una decisión de un juez instructor de¡ Tribunal Supremo, él reclamó ante el máximo órgano directivo del PSOE, "incluso en ese supuesto", el respeto a la independencia del poder judicial, del Tribunal Supremo y del propio magistrado Móner.González insistió en que el juez Móner "tiene solvencia y experiencia" y expresó su convicción de que no se dejará influir por personas que pretenden presionarle en sus decisiones. A renglón seguido, arremetió contra el PP e IU por haber "saltado a la palestra de manera tan inopinada y tan salvaje" sin haber confirmado si existía la declaración que se le atribuye y que niega.
Federico Trillo, del PP, había manifestado el domingo que las declaraciones de González "atacan a un pilar del Estado de derecho" mientras Rosa Aguilar (IUIC) dijo que "atentan directamente contra el Estado de derecho". Ayer, el presidente del Gobierno les pidió que rectificasen "los disparates y tonterías que han podido decir estos dos días".
El presidente del Gobierno aclaró que a él nunca se le había ocurrido decir "unas barbaridades como las que hemos oído". Algunos, en clara referencia al vicesecretario general del PP Francisco Alvarez Cascos han llegado a afirmar -dijo González- que la sociedad ya había emitido su juicio (sobre una presunta implicación de José Barrionuevo en los GAL). "Esos discípulos de Lynch no están en nuestras filas. Están en otras", apostilló González.
Portavoces de la Asociación Profesional de la Magistratura y de la Asociación Francisco de Vitoria manifestaron ayer que no rectificarán sus críticas a Felipe González hasta que desmienta clara y públicamente haber expresado su disgusto por la decisión del juez Móner de procesar a Barrionuevo.
Siete pilares
González lamentó que "estos inventos" y "falsas polémicas" desvíen la atención del debate sobre cuestiones programáticas que debe centrar una campaña electoral. Precisamente, hizo estas afirmaciones inmediatamente después de presentar el programa electoral del PSOE y aseguró que tratará de romper la inercia de concentrar la campaña en los GAL y la corrupción.Distinguió. siete aspectos que serán los pilares de la campaña electoral del PSOE. El primero es la creación de empleo, como ya lo fue en la campana anterior, de 1993, celebrada en el corazón de la crisis económica. Vinculó la creación de empleo a la competitividad de la economía española y a la defensa del Estado de bienestar. Sobre este triángulo girará el eje central de la campaña socialista.
La igualdad de oportunidades es el cuarto pilar del programa socialista. González aprovechó la ocasión para señalar que los socialistas han predicado con el ejemplo al colocar en puestos para salir en las listas al doble de mujeres que en las elecciones de 1993.
La lucha contra la exclusión y la marginación de los débiles es el quinto aspecto y la defensa de la naturaleza y el uso más racional de los recursos, el sexto. González expresó, en este punto, su preocupación por los problemas de la sequía y reivindicó la vieja bandera del Plan Hidrológico Nacional. Recordó que con un 5% de los excedentes de agua de estas semanas de lluvias, que se han tenido que desperdiciar en el mar, hubiera sido suficiente, para llenar todos los pantanos de la cuenca mediterránea y la mitad sur del país.
El séptimo objetivo de¡ programa es completar el Plan Director de Infraestructuras y, especialmente, el desarrollo de las comunicaciones. Otros aspectos del programa que destacó González, y que serán bandera en la campaña socialista, son las reformas procesales para agilizar la Justicia; la ley de partidos y la modificación del sistema electoral.
González arremetió, una vez más, contra el PP por su propuesta de reducción de la mil¡ a seis meses, que se perfila como otro de los debates electorales. Dijo que retrocedía más allá de la transición democrática en España. Recordó que los populares reconocieron en 1991 que una mili inferior a ocho meses era una broma y concluyó que esa oferta era "para ganar equis decenas de miles de votos".
La conclusión que hizo del programa tuvo también rango de campaña, al insistir en lo que será uno de los eslóganes socialistas: "Es realizable y ofrece una seguridad que no dan los otros".
Reconoció que el PP estaba por delante del PSOE en los sondeos, pero aseguró que los socialistas podían aún ganar en lo que sí admitió que son sus elecciones más difíciles desde 1982. También vaticinó, en base a los sondeos conocidos, que la participación será muy alta.
Por otra parte, la Comisión Federal de Listas del PSOE cerró ayer sus últimos flecos. La secretaria de Estado de Medio Ambiente, Cristina Narbona, irá de número dos por Almería. Enrique Curiel ha rechazado la tercera posición por Pontevedra.
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