Un mago al volante

Primero fue el Toyota Celica en 1989 y en 1992. Después, el Subaru Impreza en 1994. Ahora, en 1996, llega el turno del Ford Escort. Todo lo que toca lo convierte en oro. El mago se llama Carlos Sainz y es capaz de volver competitiva cualquier máquina que habita. Se hace patente cada temporada y con cada nuevo reto. En el reciente Rally de Suecia, demostró que sólo él puede llegar, trabajar y estar en disposición de vencer. ¿Cuál es el secreto de Sainz?Trabajo, mucho trabajo", explica el piloto madrileño. "Lo único que hay que hacer es entrenar más que nadie, intentar buscar siempre un poco más en el desarrollo del coche". Así descubre una de sus cualidades, la que destacan los que han colaborado con él. "Nunca tiene bastante, es incansable", cuenta David Richards, el patrón de Subaru. "Es muy profesional y muy exigente con los que le rodean".

En Ford ya se han dado cuenta. Sainz no ha parado desde que aterrizó en su nuevo hogar. Casi no ha dejado respirar a sus mecánicos y a sus ingenieros. A mediados de diciembre, al día siguiente de su fichaje, se marchó a Suecia para probar el nuevo coche. Desde entonces se ha entrenado en Inglaterra, en Suecia, en Francia. Sobre tierra, sobre barro, sobre nieve. Y ha corrido el primer rally de la temporada.

El resultado de ese esfuerzo es conocido. Un coche que al final de -1995 parecía muerto resucitó en manos de Sainz, que peleó por la victoria y cedió él triunfo por apenas unos segundos en Suecia.

¿Qué cambié el piloto español para lograr un éxito tan inesperado? El secreto profesional guarda celosamente la mayoría de sus decisiones técnicas, pero Sainz cuenta: "Lo primero fue poner el coche a mi gusto, sentirme cómodo con él. Si tienes confianza, puedes buscarle el límite con relativa seguridad".

El trabajo previo al rally de Suecia consistió sobre todo en mejorar las suspensiones y la tranmisión. "Cambiamos los amortiguadores, pusimos unos muelles más blandos, modificamos los reglajes de geometría y conectamos las barras estabilizadoras", especifica, "También trabajamos mucho en el diferencial central activo, que es similar al que desarrollamos en Subaru, con unos sensores y unos sistemas electrónicos muy sofisticados, y por primera vez Ford utilizó un diferencial delantero activo,'.

Como cada vez que han puesto un coche en sus manos, Sainz ha llegado a Ford y ha transmitido su entusiasmo, sus ganas de vencer y su capacidad de trabajo. El equipo Toyota creció y fue campeón gracias a él. En Subaru, más de lo mismo. Y el camino inaugurado con Ford en Suecia tiene todas las características para ser parecido. "No he conocido a nadie como él", dice uno de los hombres de Pirelli con quien ha trabajado durante años y que ya ha empezado a añorarle., ahora que el bicampeón utiliza neumáticos Michelin.