Miseria
Para ver el Madrid profundo no hace falta desplazarse a zonas de chabolas. El Tercer Mundo está más cerca. Por ejemplo en la glorieta de Cuatro Caminos. En los bajos del paso elevado un hombre mayor con evidente y peligrosa falta de higiene, tiene su morada. Dos carros de supermercado llenos de bolsas -misterioso contenido- y cinco perros. En los días fríos, cuando el hombre duerme sobre unos cartones, los perros le rodean para proporcionarle calor.Así lleva años. Una de esas miserias que ponen la carne de gallina y llenan de vergüenza.-
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