El paraíso es ahora digital

En los últimos tres años, cuando muchos norteamericanos comparaban a Los Ángeles con Beirut, más de 700.000 personas, en su mayoría blancos de origen anglosajón, abandonaron California en busca de destinos más tranquilos y rentables en otros Estados del Oeste. Hasta Steven Spielberg compró un apartamento en Nueva York con idea de fijar allí su residencia. Ahora Spiellberg ha anunciado que se queda, y algunas celebridades neoyorquinas del mundo del espectáculo, como David Letterman, están considerando la posibilidad de trasladarse a Los Ángeles.Los síntomas del resurgimiento de California comienzan a ser ostensibles. El desempleo en el Estado está todavía por encima de la media nacional, pero los economistas afirman que ya se han recuperado cerca de la mitad del medio de millón de puestos de trabajo perdidos durante la recesión, y que California está de nuevo creando empleos que atraen a una población de alto nivel de educación. "California va a ser otra vez la tierra de los sueños", asegura Peter Morrison, un experto en demografía para la RAND Corporation. El sueño, esta vez, es electrónico.

El principal atractivo que el Estado ofrece en estos momentos es el de las nuevas tecnologías. Más de la mitad de las empresas, relacionadas con los multimedia, la tecnología digital y el Internet están basadas en California, especialmente en las áreas de Los Ángeles y San Francisco.

Pasados los tiempos de Lockheed o McDonnel Douglas, las nuevas joyas de los negocios en California son empresas como Radio HK, la primera emisora de Estados Unidos enteramente en Internet; American Cybercast Network, una compañía que produce entretenimiento electrónico; Rhytfim and Hues, una de las principales productoras de efectos. especiales, y, por supuesto, DreamWorks, lo estudios cinematográficos que quieren dictar la ley en el siglo XXI."

Todos esos proyectos son todavía sólo embriones de lo que se espera sea el desarrollo en el futuro, pero California trata de estar por delante a la hora de decidir ese futuro.