Confirmada la condena a De Benedetti por la quiebra del Banco Ambrosiano
El tribunal penal de apelación de Milán confirmó ayer la condena de Carlo de Benedetti, presidente de Olivetti, y otros 32 acusados por haber contribuido a la quiebra del Banco Ambrosiano, al tiempo que redujo las penas de cárcel pronunciadas en primera instancia contra todos los imputados. Ha sido rebajada, en concreto, de seis años y cuatro meses a cuatro años y seis meses la de De Benedetti, que ayer afirmó que espera la sentencia definitiva del supremo y que sus planes profesionales y de vida no cambian."A pesar de la profunda amargura por una sentencia injusta e injustificada, no he perdido la serenidad que deriva de la certeza de haber actuado siempre en todas las fases de este asunto con corrección y transparencia. Espero, por ello, todavía con confianza que la tercera y definitiva instancia del Supremo dictamen la verdad de los hechos y reconozca finalmente mi inocencia. En cualquier caso, no habrá consecuencias personales, profesionales o patrimoniales ni para mí ni para mis sociedades. Por tanto, mis proyectos, mis planes de trabajo y mis actitudes no cambian ni un ápice", declaró De Benedetti.
También han sido reiteradas las condenas para el ex jefe de la logia masónica Propaganda Dos (P-2), Licio Gelli, con una pena reducida de 18 años y seis meses a 12 años. Rebajas similares han favorecido a Umberto Ortolani, Flavio Carboni y al excolaborador de los servicios secretos Francesco Pacienza, que son algunos de los principales implicados en este caso y en las investigaciones pendientes sobre el suicidio o asesinato de Roberto Calvi, que en 1982 dio paso a la liquidación judicial del banco que había presidido.
De Benedetti fue acusado por el fiscal de la quiebra del Ambrosiano y de haber obtenido cerca de 3.000 millones de pesetas de plusvalías en la liquidación de la cuota del banco que tuvo durante pocos meses. Según el fiscal, el presidente de Olivetti chantajeó al resto de los socios, amenazándoles con revelar lo que sabía. El juez instructor rechazó, sin embargo, el cargo de extorsión y sólo admitió que De Benedetti fuera juzgado como cómplice de la quiebra. Por ese concepto, fue condenado en 1992. La sentencia tardó dos años en publicarse, y, entretanto, un tribunal civil falló que De Benedetti no causó al Ambrosiano un daño patrimonial relacionado con la quiebra.
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