Un informe de la Generalitat advierte contra el alza del gasto social sin más ingresos

Los principales países comunitarios gastan en protección social más que España, aunque el país dedica cada vez más recursos a estas partidas. Ésta es la constatación de un estudio encargado por la Generalitat a un grupo de expertos, que advierte que no se pueden aumentar los gastos sociales sin tener previsto antes cómo se financiarán. El trabajo defiende el Estado de bienestar porque da cohesión social y añade que su coste "es el precio de la paz social". El estudio El Estado del Bienestar se presentará en los próximos días y es el resultado de un encargo directo de la Presidencia de la Generalitat a un grupo de expertos de la escuela de negocios Esade, dirigidos por el profesor Eugenio Recio.

1.708 ecus por habitante

Los gastos en pensiones, enfermedad y paro representan en España 1.708 ecus por habitante y año (271.000 pesetas), según datos de este informe. Esta cantidad queda muy por debajo de lo que dedican países como Francia (4.248 ecus), Holanda (4.337), Alemania (4.616), Dinamarca (5.144) o Gran Bretaña (3.224), según datos de 1992, último año del que existen cifras. En relación con el tamaño de su economía, España también destina menos fondos a protección social que estos países: un 22,5% del producto interior bruto (PIB), bastante por debajo del 33% de Holanda, el 29,25% de Francia, el 27,2% de Gran Bretaña y el 25,21% que destina Alemania. La diferencia entre éstos y España es que aquí se partía de un gasto social muy inferior que ha ido creciendo desde 1980.

El estudio previene contra la falta de concienca social de lo que cuesta el Estado de bienestar, llama a clarificar cómo se financia este gasto para que exista esta conciencia y niega que exista siempre una relación directa entre más gasto social y aumento del déficit.

Para los autores del informe la falta de conciencia sobre el coste del Estado de bienestar se debe a la mezcla entre cotizaciones. directas sobre el trabajo e impuestos transferidos desde el presupuesto del Estado para financiarlo. Ello no permite visualizar su coste.

También resalta que el elevado paro de España es un factor de más gasto social, pero resalta que mientras en Alemania "dos tercios de las prestaciones sociales se financian con cotizaciones" ' en España "en la contabilidad pública no se diferencia adecuadamente el gasto que se canaliza por medio de los Presupuestos de la Seguridad Social y del Inem y el gasto por transferencias de carácter social desde el Presupuesto del Estado". Alemania, en cambio, "da mucha importancia a esta diferenciación teórica y la aplica en la práctica elaborando con rigor el presupuesto de la Seguridad Social. Por esta razón sus gastos del Estado de bienestar no influyen en el déficit". A diferencia de Alemania, Austria u Holanda, "en España es clara la influencia del gasto social en el déficit y el gasto público".

El estudio recomienda: "Si no hay problemas graves de conflicto social disminuirlas [las prestaciones sociales] efectivamente puede ser un medio rápido y eficaz para sanear las finanzas públicas.