Botín reconoce el interes del Santander por participar en la privatización de ENDESA e Iberia

El Gobierno del Partido Popular (PP) ofreció ayer los primeros datos, aún bastante inconcretos, de lo que será su programa de privatizaciones, que podría suponer unos ingresos globales de 1,5 billones de pesetas. En el esquema del PP, los grandes grupos financieros españoles son decisivos. Tal vez por ello, el presidente del Banco Santander, Emilio Botín', expresó ayer mismo en Barcelona su interés en participar en el proceso de privatización de dos empresas concretas: ENDESA e Iberia. La oposición y los sindicatos reaccionaron duramente en contra del plan privatizador. Consideran peligrosa una venta masiva de los activos del Estado.Emilio Botín, presidente del Banco Santander, mostró ayer en Barcelona el interés de su entidad por el proceso prIvatizador de ENDESA e Iberia. Estas empresas forman parte del paquete de privatizaciones masivo que el Gobierno del PP quiere poner en marcha en esta legislatura. No obstante, el Ejecutivo no cuenta con un pro grama concreto y determinará en cada caso el momento de venta o de colocación en Bolsa. Lo que sí está dispuesto a propiciar el Gobierno es la formación de núcleos estables de inversores "en casos especiales" y se comprometerá a controlar el desarrollo futuro de las empresas privatizadas.Botín acudió ayer a Barcelona para firmar un crédito sindicado a la Generalitat de Cataluña. En un encuentro posterior con periodistas, el presidente del Santander, abordó el tema de las privatizaciones que el Gobierno tiene previsto poner en marcha. Botín dijo, a preguntas de los informadores, que "en principio el Santander no tiene como política tomar participaciones industriales"; pero reconoció el interés por participar en el proceso privatizador de ENDESA e Iberia. Botín no fue más explícito. Fuentes de la entidad manifestaron más tarde que en el caso de Iberia podría referirse simplemente a su actuación como agente.Una compañía bien gestionada

El Banco de Santander posee una participación del 3% en ENDESA, que está controlada mayoritariamente (66%) por el sector público, a través de Téneo. Botín justificó precisamente esta presencia del Santander en el accionariado de la compañía eléctrica en "que está muy bien gestionada, con un óptimo nivel de diversificación y una importante presencia en Latinoamérica ".

En el caso de Iberia, el futuro de la empresa podría pasar por su alianza con alguna compañía internacional. Esto, a su vez, confiere interés para las entidades financieras, tanto por su posible participación en el proceso de privatización como por su papel de intermediarios como accionistas minoritarios.

El Gobierno, en cualquier caso, no ha precisado cuáles son las empresas que piensa privatizar, ni el calendario. únicamente ha elaborado un borrador de 12 páginas en el que, tras exponer los motivos de las privatizaciones, recoge las líneas directrices del proceso privatizador. Este documento será aprobado, con mucha probabilidad, el próximo viernes por el Consejo de Ministros, según fuentes gubernamentales. El borrador contempla la creación de un Consejo Consultivo de Privatizaciones que formarán siete personas independientes y que se encargará de estudiar e informar de todas las operaciones antes de que sean aprobadas por la Comisión Delegada y el Consejo de Ministros.

Asimismo, propone la creación de una sociedad -de momento conocida internamente por el nombre de Sociedad Estatal de Participaciones Patrimoniales (SEPP)- que aglutine las actuales participaciones de la Dirección General del Patrimonio del Estado. Esta sociedad perviviría junto a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y la Agencia Industrial del Estado (AIE), dependientes de Industria Estas entidades, junto a otras posibles que podrían crear otros ministerios con participaciones, funcionarían como agentes gestores de las privatizaciones y determinarían el procedimiento, la concesión de incentivos a grupos sociales y la relación de categorías de inversores. El documento recoge la posibilidad de formar núcleos con inversores institucionales en casos especiales. O, lo que es lo mismo, la formación de núcleos estables de accionistas, los denominados núcleos duros.

El proyecto fue adelantado ayer por el ministro de Industria, Josep Piqué, tras la celebración del Consejo de Ministros. Piqué subrayó que "el sector público español no se va a poner en almoneda" y aseguró que los recursos que se obtengan en las privatizaciones "no se van a emplear en financiar el gasto corriente, sino al déficit del año en curso y al gasto público de años posteriores, en particular a la amortización de deuda pública"'.

A continuación, desarrolló el pretexto clásico para justificar las privatizaciones: "No se trata de plantear un proceso de ventas para obtener dinero en efectivo con el que equilibrar las cuentas públicas, sino de fortalecer la economía". De la exposición inicial de Piqué y de sus vacilaciones posteriores, renuentes a reconocer cifras, se desprende que el programa de privatizaciones del Gobierno parace una vasta declaración de intenciones, sin perjuicio de que cada área ministerial gestione la privatización de sus propias participaciones.

Thomson reitera su interés pos Indra

El grupo francés Thomson-CSF, dedicado a la fabricación de equipos militares, emitió ayer un comunicado en el que "reitera su gran interés" por participar en el capital del grupo español Indra, una de cuyas actividades principales sigue siendo la electrónica militar.

Thomon considera que la compra del 24,9% de Indra, controlada mayoritariamente por Téneo, "es e naturaleza estratégica y a largo plazo", en línea con lo expresado en julio de 1995, cuando se firmó el contrato que vinculaba a ambas sociedades.

Thomon sale así al paso de diversas informaciones según las cuales la multinacional francesa se está replanteando la entrada en Indra al haber detectado su asesor financiero unas discrepancias contables de 9.000 millones de pesetas en las cuentas del grupo español.

Previamente al comunicado de Thomson, redactado en París, los ministerios de Industria y de Defensa habían expresado su confianza en que Indra y Thomson resolvieran en breve "sus discrepancias sobre la auditoría que Peat Marwick realizó sin salvedades" para Indra.

No obstante, en el encabezamiento de la nota del Gobierno podía leerse: "Industria y Defensa reconsideran la bondad del acuerdo Thomson-Indra".

Ambos ministerios reiteraban, además, que con independencia de que los franceses aprueben o no las cuentas de Indra en la junta general de accionistas que se celebra el lunes 24, "debe quedar clara la voluntad de Thomson de apostar por el futuro de la empresa española".