Bono ofrece el apoyo parlamentario del PSOE al Gobierno para evitar las presiones nacionalistas

El presidente de Castilla-La Mancha, el socialista José Bono, ofreció ayer un pacto de apoyo parlamentario al Gobierno del PP para evitar que la presión de los partidos nacionalistas sobre el Ejecutivo les obligue a hacer concesiones. La sorprendente propuesta de Bono, realizada durante el debate sobre financiación autonómica en el Senado, fue rechazada por el ministro de Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, quien argumentó que el pacto de financiación del Gobierno no era sólo con los nacionalistas catalanes de CiU, sino con 12 de las 15 comunidades autónomas.

Bono explicó en el Senado que los socialistas quieren renegociar con el Gobierno el modelo de financiación autonómica y añadió que si, como consecuencia de ello, el PP perdiera el respaldo parlamentario de Convergéncia i Unió (CiU), el PSOE se lo prestaría. La respuesta de Rajoy en los pasillos del Senado fue clara: "Los socialistas son como aquellos que hacen fuego y luego se ofrecen para apagarlo". "Es una falta de respeto, han hecho el ridículo y el Gobierno no se va a volver atrás", añadió. El presidente valenciano, el popular Eduardo Zaplana, calificó también la oferta de Bono de "propuesta vacía y falsa".Pero la oferta de Bono no sólo sorprendió al titular de Adiministraciones Públicas, sino que también pilló con el paso cambiado a su compañero de partido y homólogo en el gobierno de Extremadua, Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Este aseguró que desconocía los datos de la oferta de Bono, estimó que había ido "demasiado lejos" y negó que la propuesta se hubiera aprobado en la última reunión de la Ejecutiva federal socialista. También el líder de los socialistas catalanes, Narcís Sería, matizó la oferta de Bono, y dijo que el PSOE propone un "diálogo con todas las fuerzas políticas", y no sólo con el PP, para lograr un consenso sobre esta materia.

Sin embargo, el presidente castellano-manchego no hablaba a humo de pajas. Había consultado su propuesta con Felipe González la víspera. "Los socialistas tenemos suficiente responsabilidad para no consentir que se resienta la estabilidad de su Gobierno si, por aceptar una negociación como la que le propongo, se viera amenazada. Confío no tener que subrayarle la importancia de esta oferta. Sé lo que digo", dijo Bono.

La ejecutiva, al margen

Por si hubiera alguna duda, en el, turno de réplica posterior Bono ratificó el ofrecimiento ante el presidente de la Comunidad de Madrid, el popular Alberto Ruiz-Gallardón, que lo puso en duda y aseguró que contaba con el respaldo de González con el que había hablado sobre el tema, al margen de la ejecutiva federal del PSOE. "Enhorabuena por ejercer de portavoz de la comisión ejecutiva del PSOE", manifestó Ruiz-Gallardón.

El secretario de Organización del PSOE, Ciprià Ciscar, respaldó ayer desde el Congreso la propuesta de Bono, aunque dejó claro que si el Gobierno y todos los partidos políticos llegan a un acuerdo autonómico "sin exclusiones" no será necesario el cambio de alianzas", informa Anabel Díez. Solamente si éstas fallaran, explicó Ciscar, y dado que el Ejecutivo "no debe ser rehén de nadie" entraría en juego la hipótesis del apoyo del primer partido de la oposición al Gobierno. Mientras tanto, los socialistas ponen el énfasis en que el Ejecutivo escuche y responda a su oferta de pacto autonómico, que es lo que aprobó el lunes la Comisión Ejecutiva Federal. "Reclamamos un pacto serio sin exclusiones y para conseguirlo no parece necesario el cambio de alianzas de quienes apoyan al Gobierno, sobre todo si se actúa con sentido de Estado y en defensa de los intereses generales", dijo Ciscar.

Hasta la oferta de Bono, el Gobierno, representado por Rajoy y respaldado por Zaplana y Ruiz-Gallardón, argumentaba que los socialistas carecían de modelo. Por el contrario, Bono y Rodríguez Ibarra acusaban al Ejecutivo de estar atado al pacto con CiU. "Usted es un ministro cautivo", dijo Bono dirigiéndose a Rajoy.

Rodríguez Ibarra reveló que en una reunión que mantuvo con Rajoy en julio pasado, éste reconoció que el acuerdo de financiación ya estaba cerrado y que no era necesaria la presentación de un modelo alternativo. "Todo estaba cerrado con CiU. Nos están ganando la batalla los nacionalismos periféricos", dijo Rodríguez Ibarra.

Bono aseguró que la situación se ha agravado, y citó el 20% de capacidad normativa que otorga el Concierto vasco; los 17.000 millones conseguidos por CiU para inversión en las enmiendas presupuestarias y los 8.000 de Canarias. "Se trocea y rompe la riqueza nacional" dijo Bono en alusión a la cesión del 30% del IRPF con capacidad normativa.

La respuesta de Rajoy se centró en la petición a los socialistas de un modelo alternativo. "Para negociar con ustedes necesitamos que pongan un modelo sobre la mesa. ¿Sobre qué modelo quieren negociar cuando están divididos ante esta cuestión?".

Ruiz-Gallardón intentó suavizar dramatismos. Dirigiéndose a los escaños socialistas preguntó: "¿Se rompe el consenso constitucional por la discrepancia en el modelo autonómico? No".