El Betis resuelve al límite

El Betis resolvió nuevamente sobre el límite. Un claro penalti, a falta de cuatro minutos, permitió al equipo andaluz aguar la fiesta al público de La Romareda, que ya festejaba el primer triunfo de su equipo en los últimos seis meses. El empate, que desde el primer minuto pareció satisfacer al Betis, mantiene al Zaragoza en su peligrosa situación, hundido en la tabla clasificatoria.La actitud del público al inicio del encuentro fue una premonición. El recuerdo a Víctor Fernández era mucho más que el agradecimiento a los títulos cosechados en su etapa. Era el presagio de que el fútbol espectáculo ha abandonado, con la marcha del técnico, La Romareda. Y la realidad confirmó todos los extremos. Víctor Espárrago lo había dejado claro: "Ya llegará el tiempo del buen fútbol" La ocupación ahora es la pelea contra el fantasma del descenso y el entrenador uruguayo ha optado por meter el autobús atrás y confiar en alguna genialidad de los Gustavo, López arrancando y Poyet rematando.

Cinco defensas, sólo tres centrocampistas y dos medias puntas son la alternativa de Víctor Espárrago para buscar la salvación. Un cambio demasiado drástico para un público acostumbrado al toque de balón y la genialidad. Ver al mismo Aragón, motor del equipo las últimas temporadas, como hombre de cierre en el medio campo, resulta poco habitual.

Los jugadores béticos no reaccionaron con el gol de Dani. Demasiado retrasados, con Alfonso perdido entre líneas, basaban todo su juego ofensivo en acciones individuales de Finidi o Alfonso. No había, sin embargo, imagen de equipo. La falta de profundidad del Zaragoza era la única garantía que permitía a los béticos mantener su corta desventaja.

Todo cambió en los primeros diez minutos del segundo periodo. Un remate de Alexis rebotó en Belsué y supuso el empate en la primera llegada bética tras la reanudación y poco después, Gustavo López proporcionaba una bofetada a un rival y se marchaba a la caseta.

El partido volvía a sus orígenes y el Zaragoza a las andadas. Con un hombre menos se descentró y durante algunos minutos dio la impresión de que pretendía reeditar viejas peleas contra los colegiados. Espárrago no dio opción. Sentó a Kily González, el hombre más descentrado y dejó en las botas de Dan¡ todo el peso atacante del equipo. No le defraudó. En una jugada de genio consiguió su segundo tanto de la tarde, el tercero en dos encuentros. Parecía el agradecimiento del jugador al técnico que le ha rescatado de la grada.

Con menos de diez minutos por delante, la primera victoria parecía un hecho. Pero Alfonso, el hombre que desequilibra en este Betis, se cosió el balón al pie y buscó el penalti. Cuartero cayó y Alexis materializó el empate a poco del final. El premio no era injusto, aunque el Betis nunca debió coquetear con el riesgo hasta esos extremos.

El Zaragoza demostró algunas de las mismas carencias que con Víctor Fernández. Falta de velocidad y sobre todo de remate, aunque varió su imagen. Espárrago quiere resultados aunque sea a costa del fútbol. Habrá que ver si el público de La Romareda comparte esta tesis.