Sin Txente

Y aquí estamos, con uno menos, sin Txente. Y etapa de sufrimiento para mí. He pasado momentos muy malos. No andaba cómodo de ninguna manera. Ni deprisa ni despacio. Con la espalda dolorida, siempre a cola. En el kilómetro 150, me he dicho: "Arri, estás contra las cuerdas", pensando qué me quedaba del pelotón, no en San Fermín. A ver si recupero y duermo bien, porque la otra noche dormí, pero a medias. Estoy animado porque la inflamación del glúteo ha bajado. Pero mañana [por hoy] me espera otra paliza de 260 kilómetros. Sólo pido que se vaya con calma desde el principio. Hoy [por ayer] se ha ido más despacio, pero porque soplaba el viento de cara.Txente se ha dejado aquí los caramelos, pero echaré de menos sus tomaduras de pelo. Aunque parezca serio, siempre está con sus bromas. Me da pena porque tenía mucha ilusión y, además, su trabajo nos venía muy bien. Se encargaba de subir a Abraham arriba y de estar con él, yo estaba despreocupado.

He hablado después con Txente y le he visto un poco triste por la forma en que se ha caído. Se le ha enganchado Fontanelli y le ha sacado al centro de la calle. No sé qué se le ha cruzado en los pies y ha dado una voltereta. Le vi ponerse de pie y pensé que estaba bien, que no le había pasado nada grave. Incluso me quedé a esperarle. Y esperaba y esperaba, pasaron coches, pasaron todos y no aparecía. Más tarde pasó el coche de Eusebio y me dijo que me fuera. Le dije que cómo me iba a ir, que había que esperar a Txente. Pero respondió que no iba a venir. Bueno, parece que la rotura es limpia. Le operan hoy en Pamplona y dentro de nada está entrenándose..

Me ha impresionado mucho ver a la chica, tendría unos 20 años, en el suelo. Enseguida se formó un charco de sangre debajo de la cabeza. No sabría decir si estaba viva o muerta. Luego pensé que qué trauma más grande tendría Txente si hubiera sido él el que la atropelló. Las que te pegas, si además queda alguien así de mal, te marcan más.

Pasamos el puente y fue curva, contracurva, una recta y luego otra curva. Fue en esa esquina del pueblo. La gente estrecha la calle y cuando el pelotón se acerca se abre, se sube a la acera. Pero ella estaba tomando fotos y no se dio cuenta de que se le echaba encima.José Luis Arrieta es corredor de Banesto.