Rescatado el cadáver de un minero tras 20 horas de búsqueda en un pozo leonés
Tras casi 20 horas de intensa búsqueda en el interior del pozo Santa Lucía, trabajadores de la empresa Hullera Vasco Leonesa y miembros de la brigada de salvamento de la explotación lograron sacar al exterior, a la una de la tarde de ayer, el cuerpo sin vida del picador Antonio María Carvalho Noronha, de 39 años. El minero fallecido, de nacionalidad portuguesa, con más de 20 años de experiencia profesional, casado y con un hijo de 17 años, estaba aprisionado bajo varias toneladas de carbón y escombros.
El accidente ocurrió pasadas las seis de la tarde del pasado miércoles, al hundirse parte de la rampa en la que trabajaba con otros ocho compañeros. Cuatro de éstos, pese a resultar atrapados, pudieron salvar la vida gracias a un hueco que se abrió entre los escombros. A uno de ellos, un compañero le sacó de la zona siniestrada arrastrándole de las piernas.La quiebra y el hundimiento de entre ocho y 10 metros de la bóveda del taller del macizo uno, del ala oeste de la cuarta planta, a unos 100 metros de profundidad, se produjo por causas que en la tarde de ayer se desconocían, según la dirección de la explotación. No obstante, el comité de empresa, pese a que el informe del suceso no había concluido, achaca el origen del accidente a la falta de medidas de seguridad.
La zona siniestrada es una rampa con fondo de saco, entrada única y ventilación artificial, cuando por su longitud y sus condiciones debía contar con dos accesos, según fuentes sindicales. La empresa se había comprometido con el comité el pasado día 4 de julio a que todas estas rampas tuvieran dos galerías. En la mañana del accidente, horas antes de ocurrir éste, el comité de seguridad del grupo había exigido a la empresa de nuevo un segundo acceso. Los trabajadores del taller habían advertido a los mandos sobre la peligrosidad que entrañaba el lugar. Con la muerte de Antonio María Carvalho ya son 11 los mineros fallecidos en León en lo que va de año; seis de ellos en esta misma explotación. Los 1.400 trabajadores de la plantilla pararon ayer de forma espontánea en señal de duelo y protesta por la tragedia.
Durante el rescate del minero, la brigada de salvamento tuvo que abandonar en varias ocasiones la zona por desprendimientos súbitos de gas grisú, hasta siete veces más de lo permitido. Los compañeros de relevo del trabajador fallecido permanecieron en las tareas de rescate cerca de 17 horas antes de ser sustituidos por el primer relevo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.