Cercanías imposibles
En relación con la carta que con el título Misión imposible se publicaba el pasado día 16 de diciembre, quisiera, en primer lugar, pedirle sinceras disculpas al señor Peinado, firmante de la carta, por las incomodidades que según describe tuvo que padecer. Y darle explicaciones en relación con el sistema de reserva de plazas que hemos establecido, precisamente, para paliar situaciones como la que describe. La línea C-9 de las cercanías de Madrid es una línea pura de montaña. Tiene una sola vía, de un metro de ancho (el resto de las vías de Renfe tiene 1,68 metros). Se construyó así en los años veinte para facilitar la subida de los trenes, que tienen que salvar desniveles de hasta un 7% y curvas cerradísimas de hasta 50 metros de radio.En esta línea, sobre todo los fines de semana, se produce un incremento de la demanda habitual que se concentra, de manera muy especial, a la hora del regreso: todo el mundo quiere apurar las horas de luz, pero también todo el mundo quiere volver en cuanto empieza a echarse encima la noche. Y la mayoría de los clientes que vuelven quieren hacerlo en dos trenes, el de las 17.43 y el de las 18.43, que ponemos en composición doble para que tengan mayor capacidad. Y, con todo, son 400 las personas que caben en cada uno de ellos. Una buena parte de esas plazas son de pie, lo que sin duda hace menos cómodo el viaje. No obstante, cuando no existía el sistema de reserva de plaza eran bastantes más las personas que, de forma indiscriminada, intentaban acceder al interior de los trenes, lo que empeoraba las condiciones de calidad.
Con este sistema hemos intentado aliviar en lo posible esa situación: mejorar los niveles de calidad intentando que cada cliente disponga de más espacio en los trenes por medio de una distribución lógica en cada uno de ellos. Adaptar la demanda que se produce los fines de semana a la oferta que se puede realizar en esta línea, que, por otra parte, supera en un alto porcentaje la demanda que se produce a lo largo de una jornada.
Estas explicaciones no van a evitar al señor Peinado las incomodidades que sufrió en su excursión del pasado día 7. Sin embargo, nos sentimos obligados a dárselas, al tiempo que a los de más clientes de esta líneas turística de montaña, que, por serlo, no reúne las condiciones del resto de las líneas de Cercanías en las que se realiza un tráfico masivo de viajeros.- Gerente de Cercanías de Madrid.
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