La UE designa a González como mediador en la crisis de Kosovo
Los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE), reunidos ayer y hoy de manera informal en Edimburgo, mostraron su rechazo a las exigencias de independencia reclamada para Kosovo por los representantes de la mayoría albanesa. Acordaron convocar en París una conferencia con todos los países de la región, la Unión Europea y Estados Unidos y Rusia (en calidad de miembros del Grupo de Contacto) y designar a un representante especial de la UE en la zona "para apoyar la mediación entre Belgrado y las gentes de Kosovo", según el secretario del Foreign Office y presidente de turno de la Unión, Robin Cook. Este mediador será Felipe González, que tendrá así dos gorras: la de la OSCE y la de la Unión Europea.
Cook, preocupado
Los Quince fueron muy claros a la hora de rechazar las aspiraciones independentistas de los kosovares. "Hay que aumentar la autonomía de la región, pero no apoyamos la independencia de Kosovo", afirmó Cook. "Me preocupa que en Kosovo se pida la independencia cuando en la UE sólo se habla de autonomía", coincidió Abel Matutes.Cook anunció también la convocatoria de una conferencia en París que reuniría a todos los países de la zona, el Grupo de Contacto y la UE para estudiar todos los conflictos de la zona. También adelantó el inmediato nombramiento de un enviado especial permanente de la UE. Cook pareció insinuar que sería una persona distinta a González -nombrado mediador por la OSCE-, aunque fuentes del Foreign Office precisaron que en realidad el ex presidente del Gobierno español ocupará los dos cargos de forma simultánea.
Se trata de una filigrana política para facilitar el trabajo de González en la zona, porque Belgrado se resiste a aceptar su papel de mediador en nombre de la OSCE, pero aceptaría de mejor grado su visita como enviado especial permanente de la UE. Matutes explicó que el jueves habló durante dos horas por teléfono con su homónimo serbio, pero no consiguió persuadirle de que aceptara la mediación de González.
Los ministros europeos mostraron su apoyo al plan aprobado el pasado lunes por el Grupo de Contacto y propusieron diversas medidas: prohibir la concesión de visados a las autoridades serbias y la concesión de créditos públicos a las empresas radicadas en Serbia; impulsar la apertura de una oficina de la UE en Pristina "para ver de cerca qué pasa en Kosovo" y aumentar las tareas de control en Albania, en especial en sus fronteras. Cook elogió la prudencia mostrada por las autoridades albanesas en el conflicto.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.