Aventura de perros en la sierra
Un montañero recorre este fin de semana la región con trineo tirado por diez canes
Hacía dos grados bajo cero en las escarchadas cumbres de Somosierra ayer por la mañana. El aliento de los diez canes que formaban el tiro del trineo todoterreno se congelaba en el aire. "¡Ala, vámonos!", les gritó el amo, Carlos Álvarez Martín. Los perros pegaron un fuerte empujón de arranque y enfilaron una pista forestal repleta de surcos y piedras. Corrían como alma que lleva al diablo. Tras sus pisadas quedaba una densa polvareda. Al girar en la primera curva se perdieron montaña adentro.Álvarez, un repartidor de fármacos que se confiesa un apasionado de la montaña, y sus diez perros iniciaron así su aventura de fin de semana. Desde ayer y hasta el domingo darán un largo paseo de 160 kilómetros que les llevará desde las cumbres de Somosierra hasta el palacio de Aranjuez. Circulan por carreteras de asfalto, pistas forestales de alta montaña y cañadas reales del norte y este de la región. Álvarez, de 34 años, pasa las noches de su aventura a la intemperie, embutido en un saco y rodeado por sus perros. Ésa es su pasión: la vida salvaje en la montaña. El tiro de perros con trineo es un deporte muy extendido en Alaska y en las zonas más frías y montañosas de Europa. Aquí se practica en los Alpes, Pirineos y países como Rusia, donde las copiosas nevadas hacen imprescindible este medio de transporte.
Iza, una perra de dos años y medio, y Cherokee, de cuatro, son la pareja líder del tiro de Álvarez. "Encauzan al resto por los caminos y les marcan el paso. Cherokee es un macho fuerte pero se acobarda enseguida. Por eso necesita de la perra, que le imprime carácter", explicó Eva, compañera sentimental y de aventuras de Álvarez. Eva conduce una furgoneta de apoyo a Álvarez, en la que lleva los víveres.
La raza alaskán a la que pertenecen nueve de los diez canes de Alvarez es un híbrido de galgos rusos, huskies siberianos y perros de tiro de Laponia. "Tienen las patas más largas, el pecho más ancho y el cuerpo más atlético que los típicos huskies. Además no tienen un color uniforme, pueden ser marrones o negros, pero llevan en la sangre el instinto de tirar. Son como los corredores de fondo", explicó Álvarez.
Una perra con un ojo azul claro y el otro marrón es la única que no es de raza alaskán. Es un ejemplar cruzado y Álvarez se la encontró en una cuneta con apenas un mes de vida. "Aunque no sea de pura raza, ¡no veas como tira!", aseguró Álvarez. "Lo que más cuenta es el entrenamiento", añadió.
El trineo todoterreno es una moto de cuatro ruedas con un enganche en el frontal. Pesa 150 kilos. Álvarez se baja del trineo en las subidas para no forzar a sus perros. Poco a poco, llegarán a Aranjuez.
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