Villapalos concibe una escuela de idiomas en Aranjuez para los 30.000 alumnos sin plaza

Aranjuez (38.900 habitantes) se perfila como la futura Babel madrileña. El consejero de Educación y Cultura, Gustavo Villapalos, se ha propuesto que la real villa albergue una nueva gran sede de la Escuela Oficial de Idiomas, un edificio que habrá de contar en el futuro con 30.000 plazas para enjugar el enorme desequilibrio entre oferta y demanda que padece la región en la enseñanza de lenguas vernáculas. El impulso de esta localidad como referencia educativa debe completarse, a juzgar por los planes de Villapalos, con la apertura de varias facultades y de un hotel-escuela para hostelería.

Villapalos tiene, en su fuero interno, una cuenta pendiente con la ciudad palaciega. Ya en su época de rector de la Universidad Complutense, el hoy consejero firmó un convenio de intenciones con el Ayuntamiento de Aranjuez para la creación de un campus universitario, un proyecto que nunca pudo desarrollar y que se ha echado a perder: su sucesor en el rectorado, Rafael Puyol, ha preferido centrar los esfuerzos expansivos en Boadilla del Monte, lo que sembró la frustración en la ciudad más meridional de la Comunidad de Madrid.La segunda tentativa universitaria de Aranjuez tampoco resultó mucho más fructífera. Ocurrió el verano pasado, cuando la universidad privada SEK anunció que abriría un campus en el municipio, para lo cual contaba con algún apoyo relevante: el del consejero de Economía, Luis Blázquez, particularmente. Villapalos abortó la operación al considerar intolerable que una instalación privada radicara su actividad en un centro cultural municipal, como era la intención original del SEK.

A la tercera, Aranjuez puede erigirse de una vez por todas en ciudad universitaria. Gustavo Villapalos ha garantizado, como mínimo, la creación de un hotel-escuela para la diplomatura de Turismo. Pero su objetivo último es bastante más ambicioso. El consejero confía en persuadir a varias universidades (con predilección por la Complutense, la Carlos III y la Rey Juan Carlos) para que trasladen al municipio alguna dependencia o algún título de nueva creación.

Ciudad que languidece

Para ganarse el favor de los rectores, Villapalos intentará persuadirles de que Aranjuez necesita incentivos sociales y culturales para salir de la atonía. "Estamos hablando de una ciudad que ha languidecido desde el momento mismo en que se abrió la variante de la carretera de Andalucía y los coches ya no pasan por ella", razonó el consejero.Pero el verdadero motor de ese renacimiento ribereño no será la enseñanza superior, sino la de idiomas. Porque el Aranjuez con el que sueña el consejero se las podrá dar, con todo derecho, de políglota. El ministro regional ha decidido que se traslade a este municipio la sede central de la Escuela Oficial de Idiomas, de modo que se vaya absorbiendo progresivamente la extraordinaria demanda no atendida con que, cuenta esta enseñanza en la Comunidad de Madrid.

Un año tras otro, cerca de 30.000 madrileños se quedan con las ganas de cursar estos estudios. "El objetivo último de la escuela de idiomas de Aranjuez es que satisfaga poco a poco esta ingente demanda" aseveró Villapalos. El edificio no abrirá en ningún caso con 30.000 plazas, pero la Consejería de Educación se muestra dispuesta a crearlas por fases".

"Todas las personas que desean aprender una lengua extranjera podrán hacerlo a unos precios razonables", apuntó el consejero, "aunque enseñar idiomas de forma adecuada no es barato: se precisan medios audiovisuales y una ratio [alumnos por aula] bajísima". El extenso centro cultural Isabel de Farnesio se convertirá en sede y epicentro de esta efervescencia educativa.

Como principal inconveniente práctico para el plan del consejero se encuentran los 47 kilómetros que separan Aranjuez de la Puerta del Sol. Los trenes de cercanías tardan ahora tres cuartos de hora en alcanzar el municipio arancetano. "Con los trenes lanzadera se tarda justo la mitad", aduce el consejero. Pero todavía son muy escasos.

Los compromisos de Villapalos han pillado a contrapié a gran parte de la comunidad educativa. El propio rector de la Universidad Rey Juan Carlos, Guillermo Calleja, admitió: "No diré que me ha cogido por sorpresa, pero, la verdad, no esperaba que el desarrollo universitario de Aranjuez fuera tan rápido".

Calleja llegó el año pasado a la Rey Juan Carlos cuando era un proyecto repartido en tres campus (Móstoles, Alcorcón y Fuenlabrada). Ahora ya cuenta con cuatro, tras la incorporación del centro social Ramón Carande (Vicálvaro), y Aranjuez se perfila como su quinto frente académico. "La Universidad de California tiene hasta 11 campus, así que eso no debe ser problema. Pero las dotaciones deben crecer de forma coordinada", admitió el rector, "porque un desajuste sí puede generar problemas".

La portavoz del PSOE en la comisión de educación de la Asamblea, Carmen Ferrero, también mostró sus reparos. "Me parece magnífico que Aranjuez vaya a disponer de equipamientos universitarios", proclamó, "pero cinco campus suponen una dispersión excesiva para una universidad aún poco asentada. El modelo original de la Rey Juan Carlos se está desvirtuando".