González, Borrell y Almunia apoyan a Almeida sin que se someta a primarias
Las tres personalidades más relevantes del PSOE en este momento -Felipe González, José Borrell y Joaquín Almunia- avalaron ayer la propuesta de que Cristina Almeida sea la candidata de los socialistas para presidir la Comunidad de Madrid. Almunia fue tajante al recordar los malos resultados electorales del PSOE en Madrid tanto en 1987 como en 1991 y 1995, y resaltó que en la perspectiva de los socialistas deben primar las decisiones que contribuyan al triunfo electoral, en vez de dejarse llevar por objeciones y reticencias que más bien responden a tentativas de cierto sectores del PSOE para intentar recuperar parcelas de un poder que perdieron. Una inequívoca alusión a los guerristas.
/ ENVIADO ESPECIALFelipe González fue el primero en expresar su respaldo a la candidatura de Cristina Almeida. Lo hizo a primera hora de la mañana, en una conversación informal con periodistas en el avión que le llevaba, junto a José Borrell, de Madrid a Hamburgo, de camino a una reunión de la Internacional Socialista en Oslo. Incluso no tuvo inconveniente en afirmar que no compartía de ninguna manera la posición que ha adoptado Alfonso Guerra al avivar la polémica con su exigencia de que Almeida se someta a unas elecciones primarias. "Los pactos entre partidos no se pueden someter a unas primarias", zanjó González.Por la tarde, el expresidente del Gobierno llegó a la reunión de líderes de la Internacional Socialista flanqueado por Borrell y Almunia. La primera imagen de los tres juntos desde que Borrell se alzó con la confianza mayoritaria de los socialistas para ser candidato a la presidencia del Gobierno. Borrell se sumó también a las manifestaciones de apoyo a la candidatura de Almeida e incluso argumentó que no le parece razonable someter a elecciones primarias en el PSOE a una candidata que procede de otro partido; "por muy cercanas que estén las posiciones de nuestro partido y del suyo", dijo.
Un argumento en el que coincidió plenamente con Almunia. El secretario general del PSOE precisó que resultaría "extraordinariamente complicado" que haya primarias entre militantes de dos partidos diferentes". Después invitó a quienes han hecho esa propuesta a que "piensen las cosas antes de decirlas".
No obstante, Borrell introdujo un matiz para diferenciar algo su posición. Advirtió que un acuerdo "externo" como el conseguido con el Partido Democrático de la Nueva Izquierda (NI) -que preside la propia Almeida- no debería impedir el más amplio consenso dentro del PSOE en torno a ese pacto electoral. Su argumento fue que un acuerdo de esas características, en virtud del cual se designa a un cabeza de cartel electoral por considerar que tendrá más respaldo entre los electores de centro izquierda, sólo sirve como palanca de movilización, y desarrolla toda su potencialidad "si se apoya en un consenso interno muy fuerte" en el PSOE.
Borrell rehusó emitir un juicio definitivo hasta hablar con los dirigentes de la Federación Socialista Madrileña (FSM), pero advirtió que la convocatoria de elecciones primarias no se debe tomar como un principio de aplicación obligatoria "en todo momento, en cualquier circunstancia y en cualquier territorio".
El secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, expresó abiertamente su deseo de que Almeida sea elegida como candidata socialista a la Comunidad de Madrid, a la vez que quiso mostrar su respeto a los procedimientos democráticos e invocó que la decisión final corresponde al comité regional de la Federación Socialista Madrileña, que se reunirá el próximo día 24. Pero hecha esa salvedad, dio todos los argumentos para que la FSM se convenza de que la candidatura de Almeida puede dar un impulso muy importante, y quizá decisivo para ganar las próximas elecciones autonómicas en Madrid.
Almunia recordó el rotundo fracaso de los socialistas en Madrid en las anteriores convocatorias electorales: "El acuerdo alcanzado demuestra que los socialistas madrileños no quieren repetir las derrotas que ya tuvo el partido en 1987, 1991 y 1995. En esas ocasiones, y en las últimas legislativas, los socialistas nos lamentamos de los muy malos resultados obtenidos en Madrid. Ahora tenemos una oportunidad magnífica para ganar, y esa victoria debe ser además un paso para ganar en toda España".
El secretario general socialista utilizó además un argumento reglamentista: las primarias sólo son forzosas si existen dos candidatos de dentro del partido. Según Almunia, el pacto con NI en Madrid puede encontrar eco en otras capitales y autonomías.
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