El universo plástico de Gutiérrez Solana se resume en 12 cuadros

Los 12 cuadros de José Gutiérrez Solana (1886-1945) que tiene la colección del Banco Santander en sus sedes de Santander y Madrid han pasado a las salas del Museo Nacional Reina Sofía, de Madrid. Las obras se han montado en la segunda planta, cerca del espacio dedicado a Gutiérrez Solana en la colección permanente, con seis telas, entre ellas la tertulia de Gómez de la Serna en el Café de Pombo. «Todo el universo plástico de Solana se contiene y resume en esta colección selecta y rigurosa», según la comisaria, María José Salazar.

Retratos, escenas costumbristas y de muerte, tauromaquias y máscaras figuran entre los temas habituales de Gutiérrez Solana que refleja la colección del Banco Santander. El director del museo, José Guirao, destacó ayer el coleccionismo privado como fuente artística al presentar una colección nunca expuesta al público y unos cuadros vistos en contadas ocasiones. «Algunos no han podido verse desde hace 50 años. Son obras que han estado en exposiciones internacionales de gran prestigio y que desde la década de los cincuenta no han vuelto a mostrarse», según María José Salazar. La muestra fue inaugurada ayer por la ministra de Educación y Cultura, Esperanza Aguirre.Gutiérrez Solana se presenta también como «el verdadero pintor del 98» y se ha hecho coincidir con el centenario del Desastre y la visión de la España negra, en la pintura y en la escritura, cuyos textos figuran en el catálogo junto a los cuadros. «Su figura y su obra son esenciales en la reflexión de los problemas históricos en el cambio de siglo», afirmó Guirao. «Contemplar estos 12 cuadros es asomarnos a la España del 98, al tremendismo, a la buena pintura, al arte tradicional, al realismo y muy especialmente a la personalidad de uno de los artistas más sólidos del arte español contemporáneo», según María José Salazar. La intención de la colección es reunir obras maestras de Solana, desde que en los años sesenta, siendo presidente del Banco Santander Emilio Botín Sáenz de Satuola, se compra El bibliófilo, pintado hacia 1933. Más tarde se incorporan El capitán mercante, El viejo armador y La vuelta del indiano. El actual presidente, Emilio Botín, sigue las adquisiciones, con El triunfo de la muerte, Máscaras con burro, El espejo de la muerte; La peinadora, El Lechuga y su cuadrilla y El arrastre . Algunos están relacionados con Cantabria, como el torero Lechuga (Isidoro Carmona), El viejo armador o El capitán mercante (Gervasio Olivares).

La muestra estará abierta hasta el 31 de agosto y coincide con otro nuevo montaje del museo, en el Espacio Uno, con obras de Javier Pérez (Bilbao, 1968). Hasta el 15 de junio, Hábitos incluye tres piezas de los dos últimos años, un vídeo y varios dibujos. El artista trata de «transformar la visión externa como una metáfora de la construcción del individuo».