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Reportaje:GESTIÓN

La dirección del Museo de Arqueología reconoce que el centro "está muerto"

El Museo Nacional de Arqueología "está muerto". Así define la situación que atraviesa el centro desde hace más de diez años el subdiretor del museo, Juan Zozaya. Esta crisis se debe a que los restos arqueológicos que se descubren en las diferentes autonomías ahora pertenecen, y se quedan, en la comunidad en cuestión, lo que ha ocasionado que desde 1985 el centro haya perdido el 85% de sus ingresos de piezas. Madrid cuenta con dos museos arqueológicos, uno municipal y otro regional, ambos cerrados de momento, por lo que las piezas encontradas desde 1985, fecha en que la Comunidad recibió las trasferencias de patrimonio histórico, no han podido ser contempladas por el público.

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El Arqueológico busca una nueva orientación porque "está muerto". "No recibimos nada de ninguna parte de España", expone Juan Zozaya, subdirector del Museo Nacional de Arqueología. Los ingresos en este museo siempre se han producido a través de tres vías: por adscripión directa tras una excavación, por adquisición (compra de piezas a otras instituciones o en subastas) o por donaciones."Desde 1982 la primera de estas vías [la adscripción al museo tras una excavación] no funciona porque las piezas se quedan en cada comunidad autónoma donde han sido halladas. Era nuestra fuente principal de ingresos: el 85% de los fondos entraba así", expone Zozaya.

"En ese sentido, el museo está muerto, ya no entran piezas para explicar nuestra Historia. Aunque tiene otras formas de realizar esta tarea", dice este arqueólogo para quien el principal cometido del centro es "contar la Historia de España desde el punto de vista de la arqueología".

"Eso lo podemos hacer perfectamente con los materiales que tenemos", dice. Los fondos del Arqueológico están en torno a los dos millones de piezas, la mayoría sin clasificar.

En busca de otra identidad

Las nuevas circunstancias han forzado al Museo Arqueológico a replantearse sus objetivos. Su dirección y el Ministerio de Cultura tratan de "redefinir su identidad". Benigno Pendás, director general de Bellas Artes del Ministerio de Cultura, declara que este centro puede ser "el gran museo de la historia de España". Es consciente también de que hoy por hoy "no tiene toda la repercusión que podría tener"."Tiene que reorganizarse de acuerdo con su nueva situación", dice en referencia a la citada pérdida de adquisiciones. Las exposiciones temporales serán una de las soluciones para su nueva etapa. Pendás no quiere referirse a este museo como un centro muerto. "Hay dos razones para que eso no sea así. Hay muchas piezas que sacar de sus fondos. Por eso, ahora, el problema no es incrementar sus fondos, sino cómo exponerlos. Y la política de los museos consiste en exhibir objetos de otros museos. Eso permite mantener vivo al museo", señala el director general de Bellas Artes.

Zozaya, por su parte, expone: "Hay que decidir cómo explicar las cosas y con qué medios. Así dejaremos de ser un museo muerto". En este sentido, la dirección del Museo Arqueológico reconoce que no tendría inconveniente en acoger en su centro algunas de las piezas que han aparecido últimamente en la provincia de Madrid.

Zozaya opina también que con los restos arqueológicos del siglo X aparecidos en el verano de 1996 en las obras de construcción del aparcamiento de la plaza de Oriente (pertenecientes al periodo omeya de la época árabe) se debería haber realizado una exposición.

En septiembre el museo cambiará de director. Pendás adelanta que hay que plantear una "reordenación de las piezas y colecciones del museo": ver las que deben ir a parar a otros centros o las que deberían estar en el Arqueológico aunque ahora pertenezcan a otros museos.

Dinámica de cambio

En esta dinámica de cambio se revisarán también las instalaciones, ya que necesitan una buena puesta a punto. Así, este año se realizarán unas obras de emergencia en la cubierta y en la verja. "A partir del año que viene se puede pensar en la realización de grandes obras. Se hará una gran sala para exposiciones temporales, porque la idea es que se realicen grandes muestras de este tipo", adelanta Pendás.Al hecho de que el museo no reciba pieza alguna se une otra circunstancia que agrava su sitiación: ya ha recibido la llamada de alguna comunidad que reclama piezas encontradas en su territorio. Es el caso de la Dama de Elche.

"Hay cuestiones que el museo debería resolver. Se debería pactar que ciertas piezas vinieran a parar a este museo", declara el subdirector.

De momento, el Museo Arqueológico, que recibe 200.000 visitantes al año, realiza todos los meses actividades de todo tipo. Hay ciclos de conferencias, conciertos didácticos o actividades infantiles.

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