El ex banquero Conde saldrá mañana de prisión para disfrutar su primer fin de semana de régimen abierto

La decisión del Ministerio del Interior de dar a Mario Conde el régimen abierto restringido ha suscitado recelos y numerosas reacciones políticas y sindicales. Pero sólo podría quedar paralizada si la fiscalía presentase un recurso y fuera aceptado por el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria. Conde saldrá mañana, viernes, de la cárcel de Alcalá-Meco para disfrutar de su primer fin de semana, tras recibir autorización de la Junta de Tratamiento, y volverá el lunes, según fuentes penitenciarias.El diputado socialista Luis Yáñez aseguró que con esta decisión "el PP está pagando al ex presidente de Banesto el precio por su colaboración en el acoso y derribo a Felipe González". Ignacio Gil Lázaro, del PP, replicó que "cuando se concedió el tercer grado más amplio a los condenados del caso Filesa, con penas mayores y un tiempo de cumplimiento menor que en este caso, el PSOE no puso ni una comilla". Andrés Ollero, portavoz de Justicia del Grupo Popular, señaló que la clasificación de Conde en tercer grado es una aplicación "normal" del régimen penitenciario, "que es igual para todos".

Yáñez no dudó en afirmar que a Conde se le ha dado "un trato de favor que no se repite con otros delincuentes", pese a que Interior asegura que actuó igual con 700 presos durante 1997. El tercer grado restringido permite salir dos fines de semana al mes y otros 48 días al año.

Según el diputado de IU Felipe Alcaraz, "da la impresión de que el poder gubernativo a veces deja fuera de juego al poder judicial". Victoria de la Muela, presidenta de la Asociación de Accionistas de Banesto, calificó de "increíble" la decisión. Luis Pineda, presidente de la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios, declaró a Onda Cero: "Si es tan barato apropiarse del dinero de los depositantes, estamos poniendo excesivamente barato que en una profesión como la de banquero la tentación de robar sea fácil de asumir".

El portavoz de la Asociación de Fiscales, Miguel Colmenero, considera que esta decisión administrativa contribuye a desvirtuar la condena impuesta por un tribunal. José Luis Requero, de la Asociación Profesional de la Magistratura, reconoció que a veces las concesiones de tercer grado suelen causar "un claro desasosiego" entre los jueces.