Polémica sobre el mantenimiento de la libre circulación de capitales
¿Hay que restablecer los controles sobre los movimientos de capitales para mitigar los efectos de las crisis económicas? Algunos de los liberales más fervientes empiezan a replanteárselo sacando así sus conclusiones de la crisis asiática. Otros siguen preconizando la total libertad de circulación.
Todos estuvieron de acuerdo -en el Foro Internacional celebrado ayer bajo el patrocinio de EL PAÍS y Le Monde- en que la tormenta financiera que se desencadenó en Asia en 1997 tiene consecuencias sobre la seguridad. Por si aún cupiera alguna duda, Javier Solana, secretario general de la OTAN, recordó que el más afectado es Indonesia, el país musulmán más poblado del mundo, y que el huracán asiático ha llegado a golpear hasta la misma Rusia.
A partir de ahí, todos discrepan. Miguel Ángel Fernández Ordóñez, presidente de la Comisión Nacional del Sistema Eléctrico, recordó que, cuando en 1929 estalló la primera gran crisis económica mundial, "se dijo que era debida a que la gente compraba donde quería". "Hoy también se dice que es achacable a que la gente coloca sus ahorros donde quiere". En ambos casos fue un error. Hay que seguir permitiendo la libertad de movimientos. "Las trabas" a la libre circulación de capitales y mercancías pueden llegar incluso a ir contra la democracia y la seguridad". Y puso un ejemplo, el de Malaisia, cuyo primer ministro, Mahathir Mohamad, ha restablecido el control de cambios al tiempo que se aleja de la senda democrática por la que se había adentrado.
Solana no comparte esa opinión. "La libre circulación de mercancías ha tardado medio siglo, y ni siquiera abarca hoy día el textil o los productos agrícolas", señaló. "La liberalización de los movimientos de capitales se ha hecho en tan sólo ocho años", es decir, a un ritmo inadecuado. De ahí que, en determinadas circunstancias, pueda contribuir a ahondar las crisis.
53 días para el euro
Cuando faltan 53 días para que el euro se convierta en la moneda propia de 11 países europeos, Eugenio Domingo, el miembro español del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo, resaltó que la moneda única significará "estabilidad monetaria", es decir, seguridad."El euro es un elemento de equidad", porque el BCE luchará contra la inflación, "que es el más injusto de los impuestos". "La estabilidad monetaria es además una condición indispensable a medio y largo plazo para la creación de empleo".
Daniel Vernet, director de relaciones internacionales de Le Monde, rechazó que el euro lleve consigo un refuerzo de la política exterior europea. Eugenio Domingo sí se atrevió, en cambio, a vaticinar que "acelerará la desnacionalización del poder tributario". La UE no tardará mucho en armonizar su fiscalidad.
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