Los familiares de enfermos mentales denuncian que la Administración les ignora y no les ofrece ningún apoyo
"Se han cerrado los grandes hospitales psiquiátricos obsoletos, pero hemos creado pequeños manicomios en el seno de las familias". La presidenta de la Federación de Asociaciones de Familiares de Enfermos Mentales, Silvestra Moreno, expresó ayer con esta afirmación su indignación por la falta de una red de salud mental intermedia que no deje al margen a las familias de los enfermos. "El trabajo y el soporte emocional que la familia ofrece al enfermo no podría pagarlo ninguna Administración y, sin embargo, muchos familiares sufren tanto o más que el propio paciente porque no reciben ningún tipo de apoyo de los profesionales y de los centros", denunció Moreno durante su intervención en el debate Salud mental y familia, en el marco del Primer Congreso Catalán de Salud Mental. El encuentro empezó ayer en Barcelona con la participación de casi 700 profesionales y concluirá el próximo sábado. Moreno recordó que la federación, que agrupa a 5.000 familias, reclama insistentemente desde hace tiempo que los familiares reciban formación, atención e información. En definitiva, que se les considere parte implicada en el tratamiento a los enfermos mentales. El psiquiatra Lluís Cabrero, de la Unidad de Terapia Familiar del Hospital Clínic de Barcelona, se quejó de que la falta de presupuesto obliga en muchas ocasiones a limitar la ayuda a los familiares, un soporte que, a su juicio, "debería ser permanente". Los profesionales que participaron en el debate reprocharon que la Administración "margina" a la red de salud mental.
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