Otros dos fallecidos en extrañas circunstancias
Las muertes de otros dos presuntos etarras fueron atribuidas en ocasiones anteriores a supuestos suicidios. Josu Zabala, Basajaun, fue encontrado muerto de un disparo en el pecho el 27 de marzo 1997 en Deba (Guipúzcoa), dos días después de una cita frustrada con ETA. Según su compañero Iñaki Bilbao, Fermín, ambos acudieron a esa cita dos veces, pero el contacto que esperaban no apareció. En la tercera ocasión, Fermín, que vigilaba la retirada, observó movimientos extraños y se marchó. Ya no volvió a ver a Zabala. HB y ETA acusaron a la policía de asesinarle, mientras que la Ertzaintza sostuvo que, sintiéndose acorralado, Zabala optó por el suicidio.El informe criminalístico indicó que en sus manos había "residuos" de que había disparado un arma y que lo hizo "a pecho tocante". Un informe posterior determinó que no presentaba restos orgánicos, ni de sangre ni de tejidos de la ropa que vestía.
Cuatro años antes, Xabier Galparsoro, Anuk, fue detenido -el 24 de septiembre de 1993- mientras forzaba un vehículo, según los agentes. Estaba ebrio y se resistió.
La policía le intervino una pistola y le trasladó a Bilbao. Mientras estaba retenido en la Jefatura de Policía con el comisario Manuel Álvarez como único vigilante, le empujó y escapó por la ventana, según la versión policial. Anuk entró en el hospital de Basurto a las 2.50 horas con una herida de ocho centímetros en la cabeza, lesiones y hematomas en un hombro. Murió el 26 de septiembre, tras dos días y medio en coma.
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