La patronal avisa de que la huelga en hoteles ocasionará "graves pérdidas"
Los trabajadores de la hostelería en Málaga no dan su brazo a torcer e intentan sacar beneficios salariales y de estabilidad en el empleo a la excelente situación del sector turítico. Ayer aprobaron el calendario de huelga, seis días en julio y otros tres en agosto, por el desacuerdo con la patronal en la negociación del convenio. El presidente de los empresarios hoteleros, Miguel Sánchez, advirtió que los paros ocasionarán "pérdidas tremendamente graves" que situarán al sector al borde de una nueva crisis.
Sánchez aseguró ayer que ya se han producido algunas cancelaciones de reservas tras el anuncio de convocatoria de huelga, aunque no precisó ningún número. Sí advirtió que existe "gran preocupación" entre los operadores turísticos. Según la patronal, una huelga en estos momentos es algo más que inoportuna y puede propiciar una nueva etapa de crisis, cuando las perspectivas para los próximos años son muy favorables. Sánchez recordó lo ocurrido en 1989, cuando la crisis económica provocó una bajada de precios y una pérdida tanto en la cantidad de clientes como en el poder adquisitivo de los que se mantuvieron. Sánchez lamentó también cierta "inflexibilidad" por parte de los sindicatos en la negociación. Desde hace dos años, las centrales y los empresarios vienen polemizando sobre las repercusiones que en el empleo tiene la excelente marcha del sector turístico. Esta diferencia de criterio se ha traducido ahora en conflicto cuando ha llegado la hora de negociar un nuevo convenio colectivo y amenaza con empeñar una temporada en la que nuevamente las previsones apuntan a que se batirán registros históricos tanto de ocupación de plazas, de número de turistas y de ingresos. El presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de la Costa del Sol (Aehcos) y del consejo empresarial de turismo de Andalucía, Miguel Sánchez, no ocultó además su sorpresa por la convocatoria de huelga y se mostró convencido de que se han atendido las peticiones de los sindicatos. También el Gobierno ha advertido de los "graves riesgos" que la huelga puede ocasionar. El director general de Turismo, Germán Porras, afirmó ayer en Niza que el sector turítico es "enormemente competitivo" y que "todo aquello que incida en un aumento de los precios significa que nos coloca a la industria turística española en situación de inferioridad con otros destinos", informa Europa Press. Entretanto, la asamblea de delegados sindicales aprobó ayer el calendario de huelga en el sector. Se han convocado tres paros de tres días para las jornadas de 5, 6 y 7 de julio; 13, 14 y 15 del mismo mes, y 1, 2 y 3 de agosto. Los sindicatos no están dispuestos a renunciar a su pretensión de que los contratos a través de empresas de trabajo temporal queden reducidos a un máximo de un mes al año, y no dos como proponen los empresarios. También proponen un tope máximo del 8% para el número de trabajadores que estén contratados por estas agencias en cada plantilla. Las centrales quieren aprovechar la bonanza económica para convertir en fijos a una mayoría de trabajadores y han propuesto que en los establecimientos de más de 10 empleados se haga fijo en 1999 al 75% de la plantilla y que de forma gradual se aumente esta proporción hasta llegar al 85% en el 2001. Uno de los puntos más delicados es la conversión de los eventuales en fijos discontinuos que los sindicatos pretenden para aquellos que hayan trabajado al menos tres meses en en dos temporadas en los últimos cuatro años. La patronal admite los tres meses, pero durante al menos tres años. El diputado de IU por Málaga, José Luis Centella, ha pedido al Gobierno que actúe de mediador en el conflicto para evitar las consecuencias no deseables de la huelga.
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