_
_
_
_
EL 'CASO PINOCHET'

La defensa de Pinochet dice que sólo alegará "persecución política" si pierde el caso

La defensa de Augusto Pinochet anunció ayer que ha decido retirar el argumento de que el ex dictador es un perseguido por sus opiniones políticas y de que el juez Baltasar Garzón actúa por razones políticas y precisó que llevará "estos argumentos al Alto Tribunal de Justicia si es necesario", esto es, si se decide dar luz verde a la extradición. El abogado Alun Jones, por España, rechazó como "una ofensa" que las torturas en Chile fueran iguales a las practicadas en Irlanda del Norte. Lucía Hiriart, esposa del ex dictador, atacó a "gente del Gobierno chileno que exige justicia, según ellos, contra los que les precedieron".

Más información
Pinochet y los realistas
Fallece en Chile el general que ordenó el ataque a La Moneda

Clive Nicholls, abogado de Pinochet, abrió la sesión de la mañana con un anuncio. Después de "reconsiderar" la situación, la defensa, dijo el letrado, renunciaba a emplear el argumento de que toda la causa contra el ex dictador está motivada por una persecución política y de que el juez español, sin haber investigado los hechos, ha actuado por razones políticas. "Vamos a usar este argumento en el Alto Tribunal de Justicia, si es necesario", aclaró. También se han retirado los informes de los dos penalistas españoles.La llamada "excepción política" está prevista en el Convenio Europeo de Extradición, y establece que se puede denegar una extradición "si se trata de castigar a una persona por razón de su raza, religión, nacionalidad u opiniones políticas".

Nicholls, a continuación, advirtió al magistrado Ronald Bartle que el único delito que puede tener en cuenta es un caso de tortura, y señaló que los otros 34, aportados por España tras la solicitud inicial deben quedar fuera. El letrado agregó que las torturas practicadas en Chile, a partir del 8 de diciembre de 1988, ni eran masivas ni sistemáticas y que ni siquiera podían ser calificadas como "tortura".

El abogado habló de uno de los casos, el de Wilson Fernando Valdebenito Juica, que murió a consecuencia de los shocks eléctricos. Nicholls dijo que no se verificaba la existencia del sufrimiento y el dolor al haberse producido la muerte. Volvió a apelar a la sensibilidad del magistrado Bartle, que ha llevado casos de excesos policiales, e invocó una sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, de 1978, sobre Irlanda del Norte, donde se señala que los "tratos inhumanos y degradantes" no llegan a ser "tortura".

Alun Jones hizo la réplica. El abogado de la Fiscalía de la Corona, que representa a España, dijo que los 36 casos (1 de conspiración y 35 de torturas) son válidos y que el magistrado no debe limitarse al único caso sugerido por la defensa. "La Fiscalía de la Corona solicitó a España, poco después del fallo de los lores de marzo de 1999, información sobre los casos de tortura a partir de diciembre de 1988. Y la Fiscalía británica también es parte del Gobierno", explicó.

Jones atacó la versión de que la tortura tenía que ser masiva y sistemática para ser tal. "Si así fuera, este caso se habría terminado y Pinochet se hubiera largado", enfatizó. El letrado dijo sobre los llamados actos de brutalidad policial: "Uno tiene que pensar solo un instante para darse cuenta que es absurdo". Jones añadió: "¡Cómo se puede pretender, como hace la defensa, que la tortura practicada en Chile es similar a la de la comisaría de Stoke Newington un sábado por la noche", exclamó.

El juicio terminará hoy con un alegato de la defensa de Pinochet. El magistrado Bartle anunciará su decisión en el mes de octubre.

Lucía Hiriart, esposa del ex dictador, partició ayer en un homenaje realizado en un hotel de Londres. En traje cruzado azul, la ex primera dama chilena dijo que su marido había pasado "el año más aciago de su vida", y que estaba "muy deprimido". Evocó la época de su esposo. "El Chile de hoy no es el del Gobierno militar. Hay gente del Gobierno que quiere hacer justicia, según ellos, a quienes les precedieron, a los que le dieron el Chile de hoy, que costó mucho".

Lucía Hiriart se quejó porque se suele publicar la foto de Pinochet en la que "aparece con gafas oscuras y serio. Estas gafas se usaban mucho y más por gente con ojos claros, era elegante entonces". Y se preguntó: "¿Cómo iba a estar sonriente con lo que se le venía encima en 1973?".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_