Los diputados socialistas apoyan la designación de Moreno para cerrar la crisis institucional

La dirección provisional del Partido Socialista del País Valenciano logró ayer que su candidato, el vicepresidente segundo de las Cortes, Antonio Moreno, fuese elegido nuevo portavoz parlamentario en sustitución del dimitido Antoni Asunción. Tras dos semanas de duras negociaciones entre la gestora y el grupo parlamentario, Moreno aceptó ayer el cargo para impedir que la crisis del partido se traslade al Parlamento. Desde la dimisión de Asunción el pasado 20 de septiembre, el PSPV mantenía de forma interina su principal foro de oposición al PP.

La dirección provisional, que preside el alcalde de Elche, Diego Macià, intentó hasta ayer mismo convencer en vano a Antonio Moreno de que asumiese el puesto de portavoz parlamentario. Moreno ya ocupó este puesto en la anterior legislatura tras las dimisiones de Joan Lerma y Martín Sevilla y, tras ser cabeza de lista por la circunscripción de Alicante en las pasadas elecciones, ocupa actualmente el puesto de vicepresidente segundo en las Cortes Valencianas.A pesar de que el portavoz adjunto, el ciscarista Baltasar Vives, pidió que los nombramientos se aprobasen por asentimiento, Antonio Moreno exigió la correspondiente votación individual y secreta. La propuesta, que incluye al alcalde de Alcoy y diputado, Josep Sanus, como presidente del grupo parlamentario, fue respaldada por 31 de los 34 diputados socialistas. El sustituto de Antoni Asunción reconoció ayer sentirse "cansado de los problemas y las divisiones" y advirtió: "Si esta experiencia no sale bien en breve tiempo yo, personalmente, diré que se ha acabado, porque no estoy dispuesto a hacer un paripé y a ser una solución de emergencia". Sin embargo, se mostró convencido de que se abre una "nueva etapa en el grupo parlamentario" que confía en que se pueda trasladar al resto del partido.

Pese a todo, el nuevo portavoz parlamentario de los socialistas valencianos manifestó: "Si la nueva ejecutiva que salga en el próximo congreso me libera de esta responsabilidad les invitaré a una comida". Antonio Moreno explicó que el cargo de portavoz no es incompatible con el de vicepresidente de la Mesa, aunque por razones obvias formalizará su dimisión del órgano de gobierno de las Cortes lo antes posible. El recién elegido portavoz parlamentario mantuvo hasta unas horas antes que, si existía otra iniciativa para que otro compañero fuese portavoz, la apoyaría.

Por su parte, Diego Macià reconoció que la primera propuesta de la gestora fue Antonio Moreno y que, tras su negativa, propusieron a la portavoz adjunta Cristina Moreno. Macià también reconoció que llegó a estudiar otros nombres de los propuestos por los diputados pero siempre y cuando "tuviesen dedicación exclusiva". Es decir, que el presidente de la gestora y alcalde de Elche estudió la posibilidad de que el portavoz fuese Ximo Puig, diputado y primer edil de Morella, siempre que abandonase sus obligaciones municipales.

El responsable de la gestora del PSPV afirmó: "No descartamos otras posibilidades pero prefiríamos agotar la posibilidad de que fuese Antonio Moreno. De no haber llegado a esta solución podíamos haber hecho otro tipo de propuesta".

Macià explicó también que la vacante que dejará Moreno en la Mesa de las Cortes será cubierta a propuesta de la gestora y que ésta no se dilatará en exceso.

Pese al resultado de la votación para elegir al nuevo portavoz, las diferencias entre las distintas sensibilidades del PSOE valenciano se mantienen, como demuestran las discrepancias mantenidas por la gestora del PSPV -afín a las tesis del secretario federal de Organización, Ciprià Ciscar- y el grupo parlamentario en las Cortes autonómicas, que el miércoles presentó un escrito avalado por 21 de los 34 diputados en el que se proponía como portavoz a Ximo Puig, elegido vicesecretario general de los socialistas valencianos en el congreso anulado.

El dimitido secretario general del PSOE valenciano, Joan Ignasi Pla, que negoció directamente con el presidente de la gestora, Diego Macià, para buscar una solución al conflicto, afirmó que sus partidarios habían dado una muestra de generosidad al desbloquear una cuestión que había convertido la crisis en institucional.

Pla insistió en el ejercicio de responsabilidad de la mayoría de los diputados, partidarios de las tesis renovadoras, que se habían inclinado por "cerrar el tema y hacer oposición al gobierno de Eduardo Zaplana" lo antes posible, evitando que se acentúe la crisis institucional.